Arabia Saudita se suma a la carrera por la torre más alta
El domingo, en Jeddah, comenzará la construcción de un rascacielos que tendrá más de un kilómetro de altura
RIAD.- ¿Cuál es el edificio más alto del mundo? "¡Taipei 101!", grita siempre alguien; "¡las Torres Petronas!", dice otro; "¿la Torre Sears?", sugiere a veces, incluso, algún quedado por lo bajo. Aunque la pregunta es típica de un juego de mesa, su respuesta no es tan obvia: no es, de hecho, ninguna de la anteriores y pronto volverá a cambiar.
El icónico Burj Khalida de Dubai, orgullo de los Emiratos Árabes Unidos, se jacta hoy, con sus 827 metros de altura, de ser el edificio más alto del mundo. Pero el próximo domingo, la vecina Arabia Saudita comenzará a construir la Kingdom Tower, que se convertirá -previsiblemente en 2018- en el primer rascacielos en tener más de un kilómetro de alto; 1007 metros, para ser precisos.
La última extravagancia de la región del Golfo Pérsico es digno capricho de un príncipe: en este caso, de su alteza Alwaleed bin Talal bin Abdul Aziz Al-Saud, sobrino del rey saudita Abdullah y uno de los principales inversores del mundo.
La torre se construirá en la ciudad portuaria de Jeddah, la segunda del país, que es considerada la principal puerta de entrada a La Meca y Medina, las ciudades más sagradas del Islam.
"Nuestra visión para Kingdom Tower es que representa el nuevo espíritu de Arabia Saudita", explicó Adrian Smith, cofundador de Adrian Smith + Gordon Gill Arquitectura, la empresa que diseñó la torre, en un comunicado de prensa.
"Esta torre simboliza al reino como una importante empresa global y líder cultural, y demuestra la fuerza y la visión creativa de su gente", agregó Smith, que fue también el arquitecto principal de Burj Khalida.
La Kingdom Tower costará 1230 millones de dólares -cifra que, lógicamente, podría variar a medida que avance la obra- y será la pieza central de Kingdom City, una nueva urbanización de más de 5,3 millones de metros cuadrados en el norte de Jeddah, a orillas del Mar Rojo.
El nuevo hito arquitectónico, de 200 pisos, albergará un hotel Four Seasons, condominios de lujo, oficinas y, como no podía ser de otra manera, el mirador más alto del planeta.
En cuanto al diseño, sus creadores dicen que está inspirado en los pliegues de las hojas de la vegetación desértica. El edificio tendrá, además, un muro exterior de alto rendimiento pensado para reducir el consumo de energía, y en cada uno de los lados habrá grandes terrazas sombreadas con vistas a la ciudad y el Mar Rojo.
Un rascacielos de este tamaño no viene sin sus desafíos, y las preocupaciones de sus creadores incluyen la resistencia al agua de mar y los fuertes vientos. Las bases, que tendrán 60 metros de profundidad, deberán poder soportar el agua salada del océano, razón por la cual Advanced Construction Technology Services ya está probando la fortaleza de diferentes tipos de concreto.
Para mitigar el impacto del viento, en tanto, la torre cambiará su forma periódicamente. "Debido a los cambios en la forma cada tantos pisos, las cargas del viento lo rodearán y el impacto no será tan extremo como con un bloque sólido", explicó Gordon Gill a Construction Weekly.
Inicialmente, la nueva Torre de Babel de Medio Oriente iba a tener una altura de una milla, es decir, 1,6 kilómetros. Pero esa hazaña quedará para más adelante, cuando en el futuro otro edificio se convierta en la nueva respuesta correcta -y vanidosa- de una pregunta tan trivial como ¿cuál es el edificio más alto del mundo?
Agencias AP y Reuters
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