Apremiado por mostrar resultados, Biden llegó a Europa con la sombra de Trump sobre su espalda
El líder norteamericano busca blindar el respaldo a Ucrania y avanzar hacia un cese al fuego en Medio Oriente, dos conflictos que han dominado su presidencia
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WASHINGTON.- Joe Biden cruzó el Océano Atlántico por segunda vez este mes para viajar a Europa a la que bien puede ser su última cumbre de líderes del G7. El espectro de un eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca acompañará al presidente norteamericano en su muy ajetreada agenda en Italia, donde buscará, junto a sus socios europeos, blindar el respaldo occidental a Ucrania en su guerra contra Rusia, y avanzar hacia un cese al fuego en Medio Oriente, dos conflictos que han dominado su presidencia y pueden convertirse en un lastre para su reelección.
El avance de la ultraderecha en Francia y en Alemania, los dos países más importantes de la Unión Europea (UE), y la posibilidad latente de un triunfo de Trump en las elecciones del 5 de noviembre elevó la ansiedad global, y también la presión sobre los mandatarios del grupo para ofrecer una luz al final del túnel.
Biden -que llegó a la Casa Blanca con la promesa de reconstruir las alianzas históricas de Estados Unidos y poner fin al caos de Trump- y el resto de los líderes en la mesa más poderosa lidian con un mundo más caótico, popularidades de capa caída, y una necesidad imperiosa de soluciones.
John Kirby, vocero habitual de la Casa Blanca en política exterior, recordó esta semana la “sensación de alivio” que había en la primera cumbre del G7 de Biden como presidente, en Cornwall, Inglaterra. No había guerras, no estaba Trump, y el mundo comenzaba a dejar atrás la pandemia del coronavirus.
“Había una sensación real de alivio en la sala de que Estados Unidos estaba de regreso y realmente lideraba en la mesa. Y eso todavía es más cierto ahora que nunca”, dijo Kirby. “El mensaje del presidente en el G7 en Cornwall fue que debíamos intensificar nuestra solidaridad y demostrar que las democracias aún podían ofrecer resultados para nuestro pueblo y para los pueblos de todo el mundo. Y durante los últimos años, lo hemos hecho”, afirmó.
Con ese trasfondo, Biden buscará en Italia darle perdurabilidad al respaldo a Ucrania para blindar su defensa ante Rusia de los vaivenes políticos globales. El asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, anticipó a los periodistas durante el vuelo del Air Force One a Italia que Biden y el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, firmarán un acuerdo de seguridad bilateral el jueves que prometerá una cooperación a largo plazo en defensa y seguridad. Biden y Zelensky también darán una conferencia prensa.
“Queremos demostrar que Estados Unidos apoya al pueblo de Ucrania, que estamos con ellos y que continuaremos ayudando a abordar sus necesidades de seguridad, no sólo mañana sino en el futuro”, dijo Sullivan. “Enviaremos a Rusia una señal de nuestra determinación”, insistió.
Uso de activos congelados
La Casa Blanca le dio aire en la previa a otro anuncio de alto calibre: una declaración del G7 para utilizar los activos rusos congelados por las sanciones occidentales a Moscú para financiar a Ucrania, una medida que se viene barajando desde hace meses, y que le daría a Kiev un nuevo impulso en el conflicto.
La cifra que se baraja en las horas previas a la gran cita es 50.000 millones de dólares. Sullivan dijo que se habían logrado “buenos avances”, pero ofreció a la vez un matiz: a la declaración deberá seguir luego los “detalles operativos” de la operación, que aún deben ser definidos.
“Estamos logrando buenos avances para generar un resultado en el que los ingresos de esos activos congelados puedan utilizarse de manera adecuada”, adelantó Sullivan a la prensa.
“Estamos trabajando para lograr un marco que no sea genérico, sino bastante específico en términos de lo que implicaría. Pero, por supuesto, los detalles operativos básicos de cualquier cosa que se acuerde en Italia tendrán que ser elaborados, y los líderes darían instrucciones a los expertos para que trabajen en eso en un marco de tiempo definido, nuevamente, siempre y cuando estemos preparados para anunciar algo sobre esto”, puntualizó el asesor de Biden.
Antes de la cumbre, el gobierno de Biden anunció sanciones a más de 300 empresas e individuos vinculados a Rusia por contribuir a su industria militar, incluidos personas y compañías en países como China, los Emiratos Árabes Unidos y Turquía que asisten a Moscú a esquivar maraña de sanciones occidentales.
Los otros dos grandes temas que se tocarán en la cumbre son la guerra en la Franja de Gaza entre Israel y Hamas y las tensiones con China, principal rival de Estados Unidos y un aliado de Rusia. Sullivan dijo que el objetivo en Medio Oriente es avanzar hacia un cese al fuego, un escenario que Biden, particularmente, necesita para poder despejar la campaña electoral hacia una eventual reelección.
La Casa Blanca ha intentado trazar un complejo equilibrio entre el respaldo a Israel y la ofensiva para recuperar a los rehenes en manos de Hamas y las críticas al gobierno de Benjamin Netanyahu por su brutal ofensiva en Gaza.
“Nuestra opinión es que se acabó el tiempo de la discusión. Es hora de que comience un alto el fuego y de que los rehenes regresen a casa”, dijo Sullivan.
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