APEP: Biden lanza un plan para integrar la región, pero la mayoría de los países de América Latina queda afuera
El presidente de Estados Unidos recibió a once mandatarios para la primera cumbre de líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas; solo están invitadas las naciones con las que tiene acuerdos de libre comercio
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WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió a once mandatarios de América Latina para la primera cumbre de líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP, según sus siglas en inglés), la apuesta de su administración para fortalecer la integración en la región con los países afines a Washington. Pero la ausencia de la mayoría de los líderes regionales -entre ellos, Alberto Fernández, de la Argentina- en los jardines de la Casa Blanca dejó al descubierto los desafíos imperantes para tejer consensos en el hemisferio.
La APEP es uno de los legados tangibles que dejó la Cumbre de las Américas que se realizó el año último en Los Ángeles, un encuentro que estuvo signado por la polémica que desató la ausencia de Venezuela, Nicaragua y Venezuela, los tres regímenes dictatoriales de la región, en la mirada de Washington y varios países del hemisferio. Biden impulsó en esa cumbre dos grandes consensos, uno plasmado en una declaración sobre migración, y otro en el lanzamiento de esta nueva plataforma de asociación económica que busca brindar un marco y sepultar los fracasos del pasado, como el del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) que promovió en su momento George W. Bush.
Biden dijo en su mensaje de bienvenida a los líderes que la APEP busca aumentar las oportunidades y aprovechar el potencial de las Américas, apuntalar a la clase media y transformar al Hemisferio Occidental en “la región más competitiva del mundo”.
“Creo que eso está totalmente a nuestro alcance”, dijo Biden.
12 countries committing to drive innovative approaches to shared challenges.
— President Biden (@POTUS) November 3, 2023
To harness the incredible economic potential of the Americas.
And to make the Western Hemisphere the most economically competitive region in the world. pic.twitter.com/6WY5pZMRlc
Pero la cita en la Casa Blanca volvió a estar marcada por la ausencia de la mayoría de los países de la región, un reflejo de los desafíos que enfrenta la relación –históricamente complicada– entre Washington y América Latina. A la Cumbre de las Américas solían ir los 35 países de la región, todos los miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA). En Los Ángeles faltaron Cuba, Nicaragua y Venezuela. Y este viernes en la Casa Blanca hubo 11 países invitados: Canadá, Chile, Colombia, República Dominicana, Costa Rica, Ecuador, Perú, Uruguay, México, Barbados y Panamá.
Biden dijo que espera que más países se sumen a la iniciativa.
La Casa Blanca dijo que la APEP apunta a “establecer un foro duradero para reforzar la competitividad regional y movilizar inversiones de alto nivel en nuestro hemisferio”. En su declaración final de la cumbre, los líderes reconocen “la necesidad de acelerar el comercio y la inversión inclusivos y sostenibles en la región, abordar la crisis climática y ampliar las oportunidades sociales y económicas que no dejen a nadie atrás”.
La lista de países invitados no es casual: se trata de las naciones que han firmado un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. La secretaría del Tesoro, Janet Yellen, dijo de hecho en su mensaje que dio en un desayuno de la cumbre que Estados Unidos buscaba un enfoque ella llama “friendshoring”, un término creado para referirse a la diversificación de las cadenas de suministro con “aliados y socios confiables”.
“Creemos que los países de la APEP están bien posicionados para tomar las medidas necesarias para beneficiarse del friendshoring. Pero las nuevas inversiones no se producirán automáticamente. Estados Unidos y el BID se han comprometido a trabajar juntos para apoyar sus esfuerzos por integrarse a la cadena de suministro de esta región”, dijo Yellen.
La iniciativa está apalancada en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), y, en particular, en el BID Invest, el brazo privado del organismo multilateral. El lanzamiento de la iniciativa incluyó tres nuevos acuerdos en migración, biodiversidad y facilitación de la inversión del sector privado en infraestructura, un área en la cual China tiene un rol preponderante en la región. El BID Invest y la Corporación Financiera Internacional para el Desarrollo (DFC, según sus siglas en inglés) “tratarán de facilitar los procesos de financiamiento para proporcionar a los clientes una estructura sin fisuras, contribuyendo a desbloquear mayores inversiones y más capital privado”, dijo el BID en un comunicado.
El gobierno de EE.UU. también anunció una contribución de US$10 millones al Fondo de Donaciones para la Biodiversidad y Soluciones Basadas en la Naturaleza del BID, y de US$25 millones a los esfuerzos del BID para apoyar a los países a enfrentar los actuales desafíos migratorios en la región.
El presidente del BID, Ilan Goldfajn, dijo que los anuncios “demuestran nuestro compromiso con los objetivos” de la Alianza y “profundizan los lazos entre Estados Unidos y la región”.
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