Aparece muerto un periodista en México
Había sido secuestrado hace 24 días; acusan a un subdirector de la policía
CIUDAD DE MÉXICO.- La prensa mexicana sufrió en las últimas horas una nueva estocada con el hallazgo del cadáver del periodista Moisés Sánchez Cerezo, secuestrado el 2 de enero en Veracruz, en el este del país.
El cuerpo de Sánchez Cerezo, de 49 años, fue encontrado el sábado pasado envuelto en una bolsa negra en el municipio de Manlio Fabio Altamirano, una pequeña localidad de 20.000 habitantes del estado de Veracruz, informó ayer en una conferencia de prensa el fiscal Luis Ángel Bravo.
El deceso se remonta a "entre 20 y 24 días", agregó el fiscal de Veracruz, con costas en el Golfo de México y uno de los puertos más dinámicos del país, donde desde 2010 han sido asesinados 11 periodistas.
Antes de ser secuestrado, Sánchez Cerezo, propietario y editor del diario La Unión de Medellín, había denunciado en redes sociales amenazas de muerte.
El fiscal dijo que la localización del cuerpo fue resultado de la confesión de un ex policía municipal detenido durante la investigación del crimen, que declaró haber participado en el asesinato de Sánchez Cerezo, efectuado el mismo día en que fue secuestrado en su domicilio en el municipio de Medellín.
En un comunicado emitido poco después, la fiscalía indicó que el detenido relató que en el secuestro y asesinato de Sánchez Cerezo participaron "otras cinco personas", y que el hecho fue cometido "por encargo directo de Martín López Meneses, subdirector de la policía municipal del municipio de Medellín".
El ex policía detenido confesó en su declaración judicial que pertenece a una banda dedicada a la venta callejera de drogas.
Además, López Meneses cumple funciones como chofer y escolta personal del alcalde, Omar Cruz Reyes, que también fue imputado por el ex policía.
Sánchez Cerezo fue secuestrado, ejecutado, decapitado y descuartizado. "No es un cuerpo que pueda reconocerse. Es dantesco", dijo el fiscal Bravo, que ayer pidió al Congreso el desafuero del alcalde Reyes, que tiene amenazas demostradas contra el periodista.
La publicación de Sánchez Cerezo acostumbraba a publicar hechos relacionados con el narcotráfico y la corrupción en Medellín de Bravo, municipio vecino al puerto de Veracruz y situado a unos 400 kilómetros de la capital mexicana.
Para poder llegar a fin de mes, el periodista alternaba sus labores en el diario con el trabajo de taxista.
Ante el hallazgo del cuerpo de Sánchez Cerezo, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) pidió ayer a las autoridades mexicanas "aplicar de manera ejemplar la justicia a todos los involucrados materiales e intelectuales en el crimen".
Agencias ANSA, AFP, DPA y EFE
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