Anillos inteligentes: la innovadora estrategia para detectar el coronavirus en Las Vegas
Aplicaciones móviles que funcionan por geolocalización o Bluetooth para detectar casos sospechosos, chat bots que responden preguntas relacionadas a la pandemia, sistemas informáticos para monitorear en tiempo real la disponibilidad de camas de terapia intensiva e insumos de equipamiento crítico. La tecnología se ha convertido en una gran aliada en la lucha contra el coronavirus.
¿Lo último? Anillos inteligentes que pueden detectar la infección antes de que aparezcan los síntomas.
Estos dispositivos novedosos serán empleados por primera vez por un prominente operador de casinos en Las Vegas como parte de su innovadora estrategia para evitar la propagación del virus entre su personal.
Las Vegas Sands, propietaria de los colosales hoteles Venetian y Palazzo, compró 1000 "anillos inteligentes" a Oura, una nueva empresa de tecnología portátil finlandesa, después de que dos estudios indicaran que los productos pueden predecir con precisión el inicio de los síntomas de la enfermedad Covid-19.
Las Vegas Sands se convertirá en la primera gran empresa estadounidense en implementar dichos dispositivos de detección de virus pre-sintomáticos internamente.
Rob Goldstein, presidente de la compañía, dijo a The Financial Times que si el programa piloto funciona bien, comprará un anillo para cada uno de sus 9300 empleados.
"Nuestro enfoque debe ser medido, para asegurarnos de que esto tenga sentido, y si lo hace, lo ampliaremos", señaló. "Necesitamos proteger a nuestra gente y convertir [la compañía] en un lugar muy seguro para trabajar".
Los aparatos valen 300 dólares. El príncipe Harry y el fundador de Twitter, Jack Dorsey, se encuentran entre los más de 150.000 clientes de Oura. Asimismo, la compañía cuenta con Michael Dell, así como los cofundadores de YouTube, Twitch y Skype entre sus inversores.
¿Cómo funciona?
Equipado con LEDs infrarrojos, sensores de temperatura, un acelerómetro y un giroscopio, el anillo inteligente de Oura resume los datos de salud de los usuarios en tres puntajes significativos: sueño, actividad y preparación.
A diferencia del Apple Watch y Fitbit, y los rastreadores de actividad física de Garmin, Oura detecta la temperatura corporal además de la frecuencia cardíaca, la volatilidad de la frecuencia cardíaca y la frecuencia respiratoria.
Aunque su propósito original está asociado a rastrear el sueño para ayudar a las personas a llevar un estilo de vida saludable, sus funciones se han vuelto extremadamente valiosas durante la pandemia.
Cuando una persona está infectada por el coronavirus, los esfuerzos del cuerpo para defenderse resultan en una serie de patrones que el anillo Oura puede detectar con una precisión "incomparable", dijo el doctor Ali Rezai, director del Instituto Rockefeller de Neurociencias de la Universidad de West Virginia a The Financial Times.
Rezai condujo un estudio en 900 trabajadores de primera línea en los últimos dos meses y determinó que el anillo Oura puede detectar la presencia del virus hasta tres días antes de que aparezcan los síntomas.
Los cambios sutiles en la temperatura, los patrones de sueño y la frecuencia cardíaca detectados por Oura "nos permiten tener una comprensión detrás de escena de la enfermedad que se avecina, cuando es imperceptible [para la personas]", explicó.
De rastrear el sueño a detectar el coronavirus
Las capacidades de detección de Covid-19 del anillo Oura se descubrieron por primera vez en marzo cuando un empresario finlandés, Petri Hollmen, recibió una alerta en la aplicación del dispositivo una mañana de que su "nivel de preparación" era de solo 54, frente a 80-90 en un día típico.
Habiendo viajado a Tirol, Austria, entonces un punto caliente de coronavirus, decidió hacerse la prueba y se sorprendió cuando recibió un resultado positivo, a pesar de no haber experimentado ningún síntoma.
En marzo, Oura comenzó a trabajar con investigadores de la Universidad de California en un nuevo estudio para ver si el anillo inteligente podía usarse para detectar los síntomas de Covid-19 de manera temprana.
Desde entonces, ha distribuido más de 2000 anillos a centros médicos en California, Nueva York y Massachusetts, y dos hospitales en San Francisco.
La compañía también invitó a todos sus usuarios a participar del estudio y a fines de abril había más de 30.000 personas inscriptas, según informó Business Insider. Los participantes tuvieron que medir los cambios en el cuerpos e informar los síntomas y cualquier diagnóstico a través de un cuestionario.
"Una de las cosas realmente interesantes que estoy viendo en estos datos cuando comienzo mi análisis es que algunas personas realmente no se recuperan a su línea de base", dijo a Business Insider Ben Smarr, profesor asistente de bioingeniería y ciencia de datos para UCSD que trabajó en el estudio.
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