Afganistán: la titánica tarea de un exmilitar para evacuar perros y gatos desamparados
Luego de que los talibanes tomaran el poder, Paul Farthing debió abandonar el país sin poder llevarse a los animales rescatados por su fundación
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Miles de personas siguen en la difícil tarea de intentar salir lo más pronto posible de Afganistán tras la toma del poder por parte de los talibanes.
Desde el pasado 14 de agosto, según las cifras de Estados Unidos, más de 70.000 personas, entre extranjeros y afganos, fueron evacuadas del país desde el aeropuerto de Kabul, miles de ellas en aviones militares del país al mando de Joe Biden. Pero aunque los números de evacuaciones son altos, cientos de personas siguen a la espera de una oportunidad para huir.
Pero además de la evacuación de familias enteras, mujeres y niños, hoy algunas fundaciones también luchan por intentar sacar del país a cientos de animales rescatados en Afganistán. Tal es el caso de Nowzad, una fundación de rescate de animales fundada por un exsoldado británico, que hoy hace todos los esfuerzos para poder evacuar de dicho territorio a más de 140 perros y gatos rescatados.
Historia de la fundación
La Fundación Nowzard fue creada en la década de los 2000 por el soldado Paul Farthing, conocido como Pen.
Farthing llegó a la provincia de Helmand, en Afganistán, en noviembre del año 2006, cuando formaba parte del Commando Royal Marines, que llegó a dicho territorio con el fin de ayudar a dar estabilidad y seguridad a la población de la región en medio de un difícil periodo de guerra.
Sin embargo, al llegar Farthing se dio cuenta que no solo las personas necesitaban de su apoyo, sino también cientos de animales de la zona que se encontraban en condiciones de vulnerabilidad. El hombre creó Nowzard y se dedicó a atender a cientos de perros, gatos y burros en Afganistán, con el apoyo de más de 1600 soldados.
”Nowzad administra un refugio para perros que actualmente cuida a más de 140 canes, junto con un refugio para gatos (con más de 40 felinos), con el apoyo de una clínica veterinaria moderna y con un equipo de 24 ciudadanos afganos que brindan atención y cuidados a los animales en peligro”, informa la página web de la fundación.
Según la fundación, su tarea es la de “aliviar el sufrimiento de los animales en Afganistán; incluidos los animales de compañía, los equinos de trabajo, los perros y gatos callejeros y abandonados, y todos los demás animales que necesiten cuidados y atención”.
La odisea para salir de Afganistán
Tras la llegada al poder de los talibanes, Farthing y su equipo emprendieron una titánica tarea para abandonar el país, dejando claro que no se irían sin sus animales. Según contó The Guardian, el hombre pidió ayuda al gobierno británico y, posteriormente, con ayuda de las donaciones, la fundación logró fletar un avión privado para evacuar a su equipo y a sus animales y emprendió la “Operación Arc”.
Y aunque todos los miembros de la fundación recibieron visas y autorizaciones para salir de Afganistán, en un primer momento los animales no recibieron la prioridad para ser evacuados. De hecho, la primera reacción de los funcionarios británicos fue asegurar que “no se daría prioridad a los animales por encima de hombres, mujeres y niños” que pedían ser sacados del país con urgencia.
Pero la difícil tarea de Farthing para evacuar a estos animales de Afganistán parece comenzar a dar frutos luego de que el ministro británico de Defensa, Ben Wallace, anunciara este miércoles que autorizará la evacuación aérea de Kabul de los perros y gatos del refugio.
”Ahora que el personal de Pen Farthing recibió autorización, autoricé a MOD para facilitar su procesamiento junto con el resto del personal elegible. En ese momento, si llega con sus animales buscaremos un hueco para su avión”, escribió el funcionario en su cuenta de Twitter.
El funcionario también escribió que si el equipo llega al aeropuerto sin sus animales podrán abordar un vuelo de la RAF, pero fue enfático en que se está asegurando de que quienes están en mayor riesgo sean evacuados primero. Farthing fue enfático en que no está pidiendo que pongan a sus animales por encima de las personas. Además, explicó que los perros y gatos irán en la cabina del avión y que, una vez ubicado su equipo, el vuelo puede servir para cientos de personas más que necesiten salir de Afganistán.
Ahora, Farthing, su equipo y sus animales enfrentan el reto de llegar y entrar al aeropuerto de Kabul, una zona que está fuertemente custodiada por los talibanes y en donde se dan constantes enfrentamientos y tiroteos. Por lo pronto, el caso también encendió debate entre quienes creen que los animales no deben ser priorizados por encima de cientos de personas que quieren escapar de Afganistán y entre quienes piden que los animales también sean rescatados de dicho país.
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