Acusado de racista, Trump profundiza su duelo con cuatro congresistas
Tras las críticas, se negó a pedir perdón y dijo que si las legisladoras de orígenes étnicos diversos no están felices, "pueden irse"; los demócratas presentaron una moción de censura en el Congreso
WASHINGTON.- No solo no pidió perdón, sino que profundizó la polémica. Fiel a su estilo, Donald Trump quedó en medio de la tormenta por sus comentarios tildados de racistas contra cuatro legisladoras demócratas de orígenes étnicos diversos. Luego de tuitear que deberían "volver" a sus países, ayer el presidente norteamericano les dijo a las mujeres que si no están felices en Estados Unidos "pueden irse".
Con sus palabras, Trump unificó a los demócratas justo cuando enfrentan una de sus fracturas más serias desde que tomaron el control de la Cámara de Representantes. Ayer, la líder demócrata Nancy Pelosi anunció una resolución de condena contra los "ataques repugnantes" de Trump.
Además, el grupo de las cuatro legisladoras atacadas por Trump y autoproclamadas "el escuadrón" brindaron una conferencia de prensa conjunta para manifestar su rechazo. "No nos callarán", afirmó la congresista Ayanna Pressley (representante de Massachusetts, afroamericana), junto a Alexandria Ocasio-Cortez (de Nueva York, de origen puertorriqueño), Ilhan Omar (de Minesota, nacida en Somalia), y Rashida Tlaib (de Michigan, musulmana de ascendencia palestina).
Las legisladoras instaron a los estadounidenses a "no morder el anzuelo" y dijeron que el enfoque debería estar en la política y no en las palabras del presidente.
Cuando se estaba desarrollando la conferencia de prensa, Trump tuiteó en mayúsculas el eslogan de su campaña: "Make America Great Again" (Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo).
La polémica comenzó anteayer cuando Trump atacó a las congresistas demócratas de diferentes razas espetándoles que "vuelvan a sus países" en lugar de "decirle al país más poderoso de la Tierra cómo debe gobernarse".
Trump no nombró específicamente a ninguna congresista, pero su mención a las "representantes demócratas 'progresistas'" fue interpretada como una referencia a este grupo de mujeres liberales relativamente jóvenes, que integran por primera vez la Cámara de Representantes. El grupo, encabezado por Ocasio-Cortez, es famoso por su activismo y su frecuente disidencia del establishment del Partido Demócrata.
Ayer, tras la oleada de críticas que desataron sus palabras, Trump volvió a la carga. En un hilo de tres tuits, Trump expresó su rechazo ante lo que considera críticas "virulentas" por parte de las congresistas hacia él y Estados Unidos por la situación de la inmigración.
El presidente pidió así a través de la red social que se disculpen con el país, con Israel y también con él por su "lenguaje repugnante" y "el odio racista brotado de sus bocas, y por las acciones de aquellas diputadas muy impopulares y no representativas".
Luego, desde el púlpito de la Casa Blanca, redobló las críticas: "Si no están contentas de estar aquí, pueden irse". "Estas son personas que odian a Estados Unidos y aman a nuestros enemigos", insistió el magnate, y agregó que no está preocupado si hay personas que piensan que sus tuits son racistas.
"Si los demócratas quieren unirse en torno a ellas, será interesante ver cómo terminan", sostuvo.
Pero los demócratas ya tomaron posición. "Cuando Donald Trump le dice a cuatro congresistas estadounidenses que regresen a sus países, reafirma que su plan de 'Hacer a Estados Unidos grande otra vez' siempre fue hacer que Estados Unidos sea blanco otra vez", resaltó Pelosi, que en varias ocasiones se enfrentó al "escuadrón".
El presidente incluso recibió críticas dentro de su propio partido. Varios republicanos calificaron los comentarios de Trump de "racistas", un calificativo que los miembros del partido no usan en contra del presidente. De todos modos, la mayoría de los líderes del partido permanecieron en silencio.
Cuestionado sobre si las palabras de Trump fueron racistas, Marc Short, jefe de despacho del vicepresidente Mike Pence, defendió al mandatario y dijo a periodistas que Trump respondía a comentarios "muy específicos" que hizo Ilhan Omar, representante por Minesota y originaria de Somalia, y que sus palabras no eran una "declaración universal".
Omar provocó indignación en ambos partidos en Washington hace varios meses, cuando insinuó que algunos miembros del Congreso respaldan a Israel por cuestiones económicas, mientras que Tlaib arengó a una multitud de simpatizantes con un insulto al presidente y pronosticando que sería destituido de su cargo.
"No creo que la intención del presidente sea racista de ninguna manera", dijo Short, quien señaló la decisión de Trump por elegir a Elaine Chao, quien nació en el extranjero, como su secretaria de Transporte.
Chao es una de las pocas personas de minoría racial que desempeña funciones de alto rango en un gobierno compuesto en su mayoría por hombres de raza blanca. Es esposa del líder republicano en el Senado Mitch McConnell, quien no se expresó sobre los comentarios de Trump.
Agencias AP, AFP y DPA
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