Acorralado, Strauss-Kahn pasa al ataque y demanda a un diario francés

PARIS.- Aunque parece acorralado, el ex director del FMI Dominique Strauss-Kahn está dispuesto a vender caro su pellejo. Tras haber sido inculpado el lunes por proxenetismo agravado en banda organizada en el escándalo del hotel Carlton de Lille, DSK -como se lo conoce en Francia- anunció ayer que demandará al diario Le Monde por "violación manifiesta de sus derechos".

El dirigente socialista dijo sentirse agraviado cuando el vespertino parisino publicó las actas de los interrogatorios realizados por la justicia durante su detención preventiva, a fines de febrero pasado.

"Le Monde no dudó en publicar en forma troncada y parcial ciertos pasajes de las actas de los interrogatorios del señor Strauss-Kahn. [...] De paso, es legítimo preguntarse cómo llegaron esas actas a su posesión", dijeron en un comunicado sus abogados.

En esas síntesis de los interrogatorios, el ex jefe del FMI mantiene su línea original de defensa: nunca supo que las mujeres que lo acompañaban en las veladas libertinas organizadas a su pedido en distintas capitales del mundo eran prostitutas. Strauss-Kahn admite haber sido "ingenuo" al no ser capaz de reconocer que esas mujeres eran remuneradas. DSK también insiste en que durante esos encuentros "nunca hubo relaciones forzadas o impuestas". El ex ministro de Economía francés además desmiente a una prostituta que declaró a la policía belga que se resistió en vano a ciertas prácticas sexuales.

La escort Marion, que nunca presentó una denuncia, dijo a los investigadores que uno de los participantes de la orgía organizada en diciembre de 2010 en Washington le sujetó ambas muñecas "con cada una de sus manos para impedir" que pudiera moverse. "Ninguno de los hombres presentes en la habitación intervino", señaló.

"El escorting no es prostitución a 30 euros . Es raro hallar gente capaz de faltar tanto el respeto como DSK", agregó Marion.

El ex ministro de Economía francés calificó esas afirmaciones de "mentiras", "errores" o "presiones".

Otro de los aspectos más sórdidos que contienen las actas publicadas por Le Monde es la evocación del lenguaje utilizado entre DSK y los demás inculpados para organizar esas veladas y referirse a las mujeres que participarían.

"La palabra «material» designa a una persona del sexo femenino", reconoció Strauss-Kahn durante su detención preventiva. "Es inconveniente e inapropiado. [?] El vocabulario [utilizado en los SMS] no es efectivamente muy sofisticado. Pero cuando se trata de varias personas, es más rápido emplear una sola palabra que una lista de nombres", explicó.

Libertinaje

En Washington, Bruselas, París e incluso en sitios perdidos de la campiña belga, Strauss-Kahn "jamás renunció a su vida de libertinaje", según reconoció ante los jueces. Ni siquiera cuando estaba al frente del FMI y era considerado uno de los diez hombres más poderosos del planeta.

Nada de eso sería, sin embargo, ilegal. "Pretenden convertir la lujuria en delito penal", lo excusó uno de sus abogados. El problema es que la justicia está convencida de que esos encuentros coordinados por el industrial Fabrice Paszkowski incluían a numerosas prostitutas y que esas orgías eran organizadas exclusivamente para el director del FMI.

Después de horas de interrogatorios, Strauss-Kahn fue finalmente inculpado el lunes pasado en la ciudad francesa de Lille (norte del país) por proxenetismo agravado en banda organizada, un delito pasible de 20 años de reclusión y 3 millones de euros de multa.

"Aunque él diga lo contrario, para los jueces DSK no era un invitado más en esos encuentros, sino que jugó un papel central en su coordinación", escribe Le Monde. Los abogados del ex político socialista estiman que las infracciones que le son reprochadas "son inexistentes".

"Una vez más se produjo una violación del secreto de la instrucción en perjuicio de nuestro cliente con el pretexto, cómodo y conveniente, de informar al público cuando, en realidad, sólo se trata de voyeurismo", concluyeron los abogados.

Conforme a los criterios de

Conocé más