WASHINGTON.- El espacio aéreo a lo largo del río Potomac, donde un helicóptero del ejército y un avión de pasajeros se estrellaron el miércoles por la noche, plantea algunos de los desafíos más complejos del país para los pilotos, que los obliga a confiar en capas de procedimientos y dispositivos de seguridad electrónicos para evitar una catástrofe.