A un mes de la invasión de Rusia en Ucrania, ¿qué pasó en la guerra y cómo puede seguir el conflicto?
El 24 de febrero, Putin dio la orden que estremeció al mundo; las fuerzas rusas parecen estancadas fuera de las grandes ciudades ante una feroz resistencia ucraniana
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Mañana se cumplirá un mes desde que comenzó la mayor invasión terrestre en Europa desde la II Guerra Mundial, y no hay grandes avances en el campo de batalla ni en la mesa de negociaciones. Las fuerzas rusas parecían estancadas fuera de las grandes ciudades ante una feroz resistencia ucraniana. Los ataques sobre zonas urbanas siguieron sembrando la destrucción en diferentes puntos del país.
La capital de Ucrania, Kiev, tembló esta mañana por proyectiles rusos que iniciaron incendios en edificios altos e hirieron a cuatro personas. Las bombas rusas destruyeron un puente crucial que conectaba la ciudad asediada de Chernihov con la capital y permitía que llegara ayuda. El fuego de artillería resonaba en los suburbios de Kiev mientras las fuerzas ucranianas libraban enconadas batallas para repeler la invasión rusa.
Más de 3,5 millones de personas han huido de la guerra en Ucrania, según la agencia de refugiados de Naciones Unidas, mientras empeora la situación humanitaria. Las estimaciones occidentales de inteligencia indican que las bajas rusas están creciendo. Pero el sufrimiento se agrava en las ciudades asediadas y en ruinas, donde la gente lucha por sobrevivir sin apenas comida, agua, electricidad o calefacción.
Mientras tanto, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, viaja a Europa para hablar sobre la guerra con líderes de la OTAN.
¿Cuál es la situación en las ciudades ucranianas bajo ataque?
La capital, Kiev, sigue siendo blanco de ataques. Rondas de artillería y disparos remecieron la ciudad el miércoles, cuando alcanzaron un centro comercial y edificios altos en los distritos de Sviatoshyn y Shevchenko. Cuatro personas resultaron heridas en los incendios provocados por los ataques, según autoridades municipales. Columnas de humo se alzaban de las afueras al oeste mientras sonaban las sirenas antiaéreas.
Las fuerzas rusas bombardeaban la antigua ciudad de Chernihov, en el norte de Ucrania, según dijo el gobernador regional este miércoles, y destruyeron un importante puente que conectaba la ciudad asediada con Kiev. El puente destruido se utilizaba para permitir la salida de la población civil y la llegada de la ayuda humanitaria. Las autoridades de Chernihov dijeron el martes que la ciudad no tenía agua ni electricidad y calificaron la situación de desastre humanitario.
A las afueras al oeste de la capital, las fuerzas ucranianas trataban de contraatacar a las atascadas tropas rusas. Los defensores lograron retomar el martes el suburbio de Makariv, lo que les permitió recuperar una autopista crucial e impedir que Rusia rodeara Kiev desde el noroeste.
Unas 460 zonas de los suburbios rodeados de Kiev estaban sin electricidad, según las autoridades locales.
Este miércoles también continuaban los duros combates por la localidad de Izium, en el este del país, según dijo la oficina del presidente de Ucrania.
Los barcos de la armada rusa se sumaban cada vez más a los ataques contra la ciudad portuaria de Mariupol, según el análisis de las inteligencias occidentales que mencionaron unos siete barcos rusos en la zona, incluidos un buscaminas y naves de desembarco.
Controlar Mariupol le daría a Rusia un codiciado corredor terrestre hasta Crimea, que Moscú se anexionó hace ocho años.
Estados Unidos calcula que Rusia perdió más del 10% de su capacidad de combate original, incluidas tropas, tanques y otro material. El Pentágono dice que las fuerzas rusas han empezado a pasar a la ofensiva en zonas del país, como la ciudad sureña de Kherson, que fue capturada al inicio de la guerra.
El Ministerio británico de Defensa describió el miércoles la guerra como “estática” en su mayor parte, mientras las fuerzas rusas intentan reorganizarse antes de reanudar un ataque a gran escala.
The illegal and unprovoked invasion of Ukraine is continuing.
— Ministry of Defence 🇬🇧 (@DefenceHQ) March 23, 2022
The map below is the latest Defence Intelligence update on the situation in Ukraine - 23 March 2022.
Find out more about the UK government's response: https://t.co/lKqHBP2NQ7
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¿Qué ocurre en Mariupol?
Mariupol, una ciudad estratégica en el Mar de Azov, se ha convertido en un símbolo de la brutal destrucción de la guerra. Unas 100.000 personas siguen atrapadas en la ciudad, según dijo el presidente de Ucrania, y tratan de sobrevivir sin calefacción, comida o agua limpia, y están sujetos a incesantes bombardeos rusos desde el mar y el cielo.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, dijo que 7000 personas habían logrado huir en la última evacuación el martes. También acusó a los rusos de confiscar un convoy humanitario que intentaba llevar a la maltrecha ciudad alimentos y otros suministros que se necesitan con urgencia, y añadió que las fuerzas rusas habían retenido a los conductores de la expedición.
Su oficina advirtió que los refugiados de Mariupol estaban cada vez más amenazados por las oleadas de proyectiles. Los misiles rusos han golpeado edificios civiles, como una escuela y un teatro conocidos por albergar a cientos de personas bajo tierra. Los cuerpos se entierran en fosas comunes.
Mariupol es ahora un “infierno en la Tierra”, según dijo el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres. Zelenskyy, por su parte, tachó la situación de “inhumana”.
Viktoria Totsen, de 39 años y que llegó el martes a una localidad fronteriza polaca tras huir de la ciudad, dijo que la ciudad está “destruida en un 99%”.
¿Cuáles eran y cuáles son los objetivos de la guerra?
Estos no han cambiado desde el inicio de la invasión, el 24 de febrero: obtener la “neutralidad” y la “desmilitarización” de Ucrania, es decir, impedir que este país adhiera a la OTAN. El Kremlin ya no apuesta necesariamente en un derrocamiento del presidente ucraniano.
”El plan inicial, que consistía probablemente en una guerra relámpago que permitiera la toma rápida de Kiev y la caída del gobierno ucraniano no funcionó”, apuntó Marie Dumoulin, especialista del Consejo Europeo de Relaciones Internacionales (ECFR), un centro de reflexión sobre asuntos europeos.
La resistencia ucraniana complicó los planes de Putin, habituado a éxitos militares rápidos o contundentes, como en los casos de la anexión de Crimea en 2014 y de la intervención en apoyo del presidente sirio, Bashar al-Assad. ”Putin se mueve aún partiendo de que [la guerra] no durará, que acabará imponiéndose por su propia masa militar, poco importa las resistencias en el terreno”, afirmó Frédéric Charillon, profesor de Relaciones Internacionales en la universidad francesa de Clermont Auvergne y autor de Guerres d’influence. Pero ante las dificultades para avanzar en el terreno y las duras sanciones internacionales contra Rusia, Putin “se encamina cada vez más hacia una guerra de destrucción”, agregó.
”El tema no es tanto lo que Putin pretende obtener, sino de qué manera y a qué precio”, estimó Tatiana Stanovaya, investigadora del Carnegie Moscow Center. ”Le llevará tiempo y provocará más dramas, pero está convencido de que no tiene opciones y que está investido de una misión histórica”, consistente en restaurar las zonas de influencia rusa, añadió.
Ganar la guerra, ¿a qué precio?
Si el ejército ucraniano se desploma bajo la presión militar en el este, Rusia podría tomar el control de un país de 40 millones de habitantes, de una superficie mayor que la de España, que servirá de zona tapón frente a la OTAN. Pero en ese caso, Rusia corre el riesgo de enfrentar una situación insurreccional. “Deberá mantener el control del terreno. Y mantener el dominio en una insurrección es muy difícil”, señaló Charillon, recordando que Estados Unidos debió lidiar con ese tipo de situación en Irak y Afganistán.
Hay quienes temen que Rusia se lance a una escalada militar, con armas químicas o ataques contra los convoyes occidentales de ayuda militar o humanitaria. ”Lo más probable es que Putin redoble sus esfuerzos y que adopte una estrategia de guerra sucia para aumentar el costo humano y forzar a los ucranianos a capitular”, consideró Dumoulin.
¿Cómo responde el mundo a la guerra?
El presidente Biden se dirigía el miércoles a Bruselas para reunirse con aliados claves, un esfuerzo de detener la espiral del conflicto a una catástrofe aún mayor. Se esperaba que anunciara nuevas sanciones a Rusia y coordinara más asistencia militar para Ucrania. También trabaja en esfuerzos de largo plazo para impulsas las defensas en Europa Oriental y reducir la dependencia del continente del gas y el petróleo ruso, según precisó la Casa Blanca.
Hay varias investigaciones internacionales en marcha sobre posibles crímenes de guerra y otras violaciones. La fiscalía general suiza dijo que había empezado a recoger pruebas de refugiados ucranianos en un esfuerzo de exponer posibles crímenes e incumplimiento de sanciones derivadas del conflicto.
Naciones Unidas dirimía el miércoles tres resoluciones sobre la situación humanitaria en Ucrania, cada una de las cuales reflejaba las agrias diferencias en el organismo. Una resolución respaldada por Ucrania y Occidente responsabilizaba a Rusia de la crisis humanitaria. Una segunda defendida por Sudáfrica no mencionaba a Rusia en absoluto. Una resolución del Consejo de Seguridad Ruso sobre la guerra no hacía referencia alguna a su invasión.
Los servicios secretos en Polonia, el país que ha recibido a la mayor parte de los refugiados ucranianos, dijo que intentaba expulsar a 45 agentes del servicio secreto ruso y a sus colaboradores, que habían disfrutado de documentación diplomática para permanecer en el país.
¿Putin amenazado?
Si la guerra se prolonga “sin perspectiva de solución rápida”, las tensiones podrían agravarse hasta provocar “un quiebre del sistema de poder en el Kremlin”, según una nota del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (Ifri).
Algunos analistas creen incluso que actores de peso en ese sistema, como ciertos oligarcas y jefes de los servicios de seguridad, podrían verse tentados de frenar a Putin, o incluso de derrocarlo. ”Por el momento, no veo ninguna señal de ese tipo en la élite rusa. Incluso si una parte está molesta con esa guerra, no está dispuesta a levantarse en contra de ella”, consideró, por el contrario, Stanovaya.
Agencias AFP y AP
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