A partir de noviembre, los extranjeros que visiten EE.UU. deberán estar completamente vacunados
La Casa Blanca venía evaluando la medida; todavía no especificaron qué vacunas se aceptarán y la decisión quedará en manos de la CDC
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WASHINGTON.- Estados Unidos exigirá a partir de noviembre una prueba de vacunación contra el coronavirus a todos los extranjeros que quieran viajar al país. Luego de meses de presiones de los aliados europeos y las aerolíneas, la nueva regla del gobierno de Joe Biden reemplazará a la veda que había impuesto Donald Trump a la llegada de extranjeros desde varios países –incluida la UE, el Reino Unido, Brasil y China– debido a la pandemia.
Los viajeros extranjeros que vuelen a Estados Unidos con una visa de visitante –ya sea de turista, B1, o de trabajo, como la H1B1, entre otras– deberán presentar una prueba de vacunación antes de abordar, además de un test negativo de Covid-19 negativa realizada dentro de los tres días previos al vuelo, anunció el coordinador de Covid-19 de la Casa Blanca, Jeff Zients.
El gobierno de Biden también endurecerá los requisitos para el ingreso al país de los norteamericanos que no estén vacunados: deberán hacerse la prueba un día antes de su viaje a Estados Unidos, y demostrar que se realizarán otro después de ingresar.
La Casa Blanca todavía debe informar que vacunas serán válidas para viajar a Estados Unidos. El gobierno federal aprobó las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson. Las vacunas chinas, Sputnik V y AstraZeneca, que se aplicaron en la Argentina, no han sido autorizadas por Washington. Zients indicó que esa decisión quedará en manos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, según sus siglas en inglés).
Los visitantes vacunados no deberán realizar cuarentena tras arribar al país. Las aerolíneas deberán recopilar información de los viajeros internacionales para facilitar el rastreo de contactos. Los nuevos requisitos solo se aplican para los viajes aéreos, y no los terrestres.
La nueva política reemplaza un mosaico de restricciones de viaje instituidas por primera vez por el presidente Donald Trump el año anterior, y reforzadas luego por Biden, que restringieron los viajes de los turistas extranjeros y ciertos residentes extranjeros con visas de trabajo para Estados Unidos provenientes del Reino Unido, la Unión Europea, Brasil, China, India, Irlanda, Irán y Sudáfrica. Algunos extranjeros habían quedado exentos de estas restricciones, como los residentes permanentes, los diplomáticos o los funcionarios de organismos internacionales.
La Casa Blanca enfrentaba desde hace meses una fuertísima presión de la Unión Europea y de las aerolíneas para abrir las fronteras a los extranjeros y apuntalar el turismo y la recuperación de la economía. La “veda a los viajeros” había perdido ya validez científica: Estados Unidos permitía la llegada de visitantes desde países como Colombia, México o la Argentina, pero mantenía vedada a los países de la Unión Europea, donde la vacunación está mucho más avanzada y los contagios son mucho más bajos.
Para Biden, quien llegó a la Casa con la promesa de “seguir a la ciencia” en sus decisiones, sostener la veda se había tornado en una misión poco menos que imposible.
Pero el surgimiento de la variante delta, que hizo estragos en Estados Unidos, y el rebote de los contagios, las hospitalizaciones y las muertes en Estados Unidos le restaron margen político a la Casa Blanca para levantar restricciones a extranjeros. El gobierno de Biden además se había mostrado muy renuente a exigir una prueba de vacunación por el conflicto que eso podía llegar a acarrear con la protección de la privacidad de las personas y las decisiones individuales.
Fin del turismo de vacunas
Las nuevas exigencias, que la Casa Blanca se preparaba para anunciar esta tarde, y fueron anticipadas primero por el Financial Times, implica en los hechos el fin del turismo de vacunas a Estados Unidos.
Decenas de miles de argentinos viajaron este año a Estados Unidos para inmunizarse ante la falta de vacunas en la Argentina, algo que también hicieron miles de otros ciudadanos de países como México, Colombia, Panamá o Costa Rica, por citar algunos. Ahora, con las nuevas reglas que implementó la Casa Blanca, la posibilidad de viajar a Estados Unidos sin estar vacunado estará vedada.
El gobierno de Biden ha donado más de 35 millones de dosis de vacunas a América latina, y ha prometido ser un “arsenal de vacunas” para el resto del mundo. Pero la Casa Blanca se prepara también para comenzar a aplicar una tercera dosis de la vacuna, o un refuerzo, a las personas mayores de 65 años o a quienes tengan alguna comorbilidad, una decisión que algunos temen pueda llegar a recortar las donaciones a otros países.
La Organización Mundial de la Salud ha pedido privilegiar a los países en desarrollo donde la vacunación está muy rezagada antes que comenzar a dar refuerzos.
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