La primera ministra de Finlandia Sanna Marin anunció su divorcio, meses después del “partygate”
La pareja había mostrado señales de crisis en agosto del año pasado cuando se filtró un video de Marin bailando muy cercana a un popular cantante; la dirigente dejará el poder tras una derrota en las urnas
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LA NACION
La primera ministra saliente de Finlandia, Sanna Marin, y su marido, Markus Räikkönen, han solicitado el divorcio, según anunció este miércoles la propia Marin en su cuenta de Instagram.
De acuerdo con la versión de Marin, que Räikkönen también compartió en sus historias, siguen siendo “mejores amigos y padres cariñosos”.
“Hemos solicitado el divorcio juntos. Estamos agradecidos por 19 años juntos y por nuestra querida hija. Seguimos siendo mejores amigos, cercanos el uno al otro y padres cariñosos. Seguiremos pasando tiempo juntos como familia y el uno con el otro”, escribió la mandataria saliente de 37 años.
“Esperamos que respeten nuestra privacidad. No haremos más comentarios”, añadió Marin, quien renunció a su cargo el 6 de abril pasado tras sufrir una derrota en las última elecciones parlamentarias.
Marin y Räikkönen se conocieron cuando tenían 18 años y eran estudiantes. En 2018 tuvieron a su primera y única hija, Emma, y dos años más tarde, en plena pandemia, se casaron en una boda íntima cuando Marin ya era primera ministra de Finlandia.
“Hemos vivido juntos nuestra juventud, entrado juntos en la edad adulta y crecido juntos como padres para nuestra querida hija”, escribió Marin en Instagram después de su casamiento.
Räikkönen es un exfutbolista finlandés devenido en empresario. Hace poco anunció en su cuenta de Twitter su incorporación a la empresa de inversión internacional Yes VC.
Partygate
La pareja había mostrado señales de crisis en agosto del año pasado cuando se filtró un video de Marin bailando muy cercana a un popular cantante.
En el video se ve cómo el cantautor Olavi Uusivirta presiona el rostro contra el cuello de Marin al ritmo de la canción I Gotta Feeling de la banda estadounidense The Black Eyed Peas en el club nocturno Teatter de Helsinki.
Uusivirta afirmó entonces que Marin y él eran simplemente “amigos” y que no había ocurrido “nada inapropiado” entre ellos, aunque sus declaraciones no acallaron los rumores de infidelidad. De cualquier manera, Räikkönen jamás hizo comentarios al respecto.
El controvertido video se sumó a otros anteriores que mostraban a la primera ministra de fiesta con amigos en la residencia oficial. Incluso se especuló que había consumido cocaína por lo que tuvo que someterse a un test de detección de drogas, que salió negativo.
Aunque en un principio Marin defendió su derecho a divertirse, tuvo que pedir disculpas después de ese encuentro después de que circulara en redes sociales una imagen en la que se veía a dos influencers besándose y cubriendo sus pechos desnudos con un cartel que llevaba escrito “Finlandia” desde Kesäranta, la residencia oficial de la primera ministra en Helsinki.
En declaraciones a periodistas luego de su discurso en una reunión anual de funcionarios responsables de las misiones de Finlandia en el extranjero, Marin confirmó que invitó a algunos amigos a su residencia para pasar tiempo en el “sauna, nadar y pasar tiempo juntos”.
“En mi opinión, la imagen no es apropiada. Pido disculpas por ello. Ese tipo de foto no debería haberse tomado, pero por lo demás, no ocurrió nada extraordinario en la reunión”, dijo la primera ministra.
Las actitudes poco convencionales para una líder nacional suscitaron un debate enardecido en Finlandia.
“Esta es la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin. Algunos han dicho que es genial... quizás entre otros adolescentes. ¿Pero una líder responsable para un país en crisis? Es de lejos la PM más incompetente que hemos tenido. No sabe nada. Por favor, tome su chaqueta de cuero y renuncie. Gracias”, tuiteó tras la filtración de los videos el presentador de televisión Aleksi Valavouri.
Por su parte, el periódico Helsingin Sanomat publicó una editorial en la que escribió que el episodio planteó dudas sobre su juicio. “Puede que Marin haya actuado de buena fe, pero tan crédula no debería ser”, señaló. “La primera ministra puede, en una situación delicada, poner armas para la guerra de la información en manos de quienes quieren hacer daño a Finlandia”.
Otros, sin embargo, defendieron el derecho de Marin a divertirse con amigos, su privacidad y tacharon a sus críticos de “sexistas”.
Los rumores de crisis entre Marin y su marido volvieron a cobrar fuerza durante la primavera boreal de 2023, cuando el diario Seiska fotografió a Räikkönen en un club nocturno de Helsinki en actitud cariñosa con otra persona.
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