A cinco años de la caída de Lehman Brothers, sigue la ira contra Wall Street
Una encuesta reveló que los norteamericanos todavía tienen una mala opinión de los banqueros
NUEVA YORK.- Hace unos años, Larry Summers, entonces director del Consejo Económico Nacional de Barack Obama, mantuvo una reunión con algunos de los máximos banqueros y ejecutivos de Wall Street.
Aunque lo peor de la crisis financiera ya había pasado, Summers fustigó a los banqueros por su aislamiento y les dijo que no entendían hasta qué punto los norteamericanos estaban furiosos con ellos, según reveló un asistente al encuentro.
Cinco años después del colapso de Lehman Brothers y dos años después de los albores del movimiento Occupy Wall Street, el distrito financiero neoyorquino ha cambiado drásticamente bajo el peso de las nuevas regulaciones, y hasta se ha vuelto más consciente de su imagen entre los ciudadanos.
Sin embargo, una nueva encuesta de Reuters-Ipsos muestra que los norteamericanos siguen resentidos con los banqueros por el papel que jugaron durante la crisis.
El resentimiento contra los banqueros es una pésima señal para el sector financiero: ejerce presión sobre legisladores y reguladores para que limiten aún más lo que se percibe como excesos de Wall Street, amenazando de esa manera la rentabilidad a largo plazo de esa industria.
De los más de 1400 adultos encuestados, la mitad cree que la reforma no es suficiente para prevenir futuras crisis. Al menos un 44% de los encuestados cree que el gobierno no debería haber rescatado las instituciones financieras, mientras que sólo el 22% considera que fue lo correcto. El 53% piensa que no se hizo lo suficiente para llevar a juicio a los banqueros, mientras que el 15% se mostró conforme con lo hecho.
Henry Paulson, ex secretario del Tesoro y arquitecto de los rescates de 2008, dijo que el gobierno perdió la oportunidad de comunicar la importancia y la necesidad de esos rescates para la estabilidad de toda la ciudadanía. "No logré convencer al norteamericano de que no lo hicimos por Wall Street, sino por la gente", dijo Paulson.
Pero entre los encuestados, la preocupación es más profunda. "No veo ninguna reforma. En el fondo, no cambió nada -dijo Judith Klatt, una jubilada de 67 años de Winconsin-. El gobierno y Wall Street se cagaron en la gente y lo siguen haciendo."
Aunque Wall Street saca pésimas notas, los resultados del sondeo no son tan demoledores como ciertas reacciones que se vieron apenas terminó la crisis. Lindsay Owens, estudiante de doctorado de la Universidad de Stanford que lleva un registro de la opinión de los norteamericanos hacia Wall Street, dice que la animadversión hacia el sector financiero alcanzó su pico de las últimas cuatro décadas en 2010. Aunque en 2012 descendió un poco, el nivel de animosidad hacia los bancos siguió siendo más alto que antes de la crisis.
Para colmo, la recuperación ha sido lenta y los altos niveles de desempleo no aflojan. En septiembre de 2011, un estallido de indignación dio luz al movimiento Occupy y a la idea de un 99% de la gente en contra del 1% de ingresos más elevados.
"Por un lado, tenemos a los banqueros, a los lobbistas y a los políticos que han sido comprados por esos lobbistas, que piensan que cualquier regulación ya es demasiado", dijo Cathy O'Neil, ex analista de fondos de inversión y actual organizadora del grupo de banca alternativa de Ocuppy Wall Street, que aboga por un sistema financiero más responsable y transparente. "De otro lado, tenemos a un 99% que lo ve desde un ángulo muy distinto y que en especial no entiende por qué tuvimos que rescatar los bancos ni ve ninguna reforma del sistema desde entonces", dijo O'Neil.
La encuesta muestra que un 30% de los norteamericanos cree que Wall Street no favorece el crecimiento económico ni la creación de empleos. Un 51% cree que el sector tecnológico es mejor que la industria de los servicios financieros para crear puestos de trabajo y favorecer a la economía norteamericana, mientras que sólo el 10% dijo pensar que Wall Street lo hacía mejor.
Alrededor del 1% de los encuestados dijo que subdividir los grandes bancos sería bueno para la economía, alrededor del doble de los que pensaron que sería perjudicial.
Una mayoría de los encuestados dijo que los sueldos de Wall Street siguen siendo demasiado altos. Más de la mitad también quiere que el gobierno vaya más a fondo en el castigo a los responsables de la crisis.
"No veo que hayan procesado a nadie ni que hayan mandado a nadie a hacerle compañía a Bernie Madoff en la cárcel", dijo Francisco Ramos, de 47 años, un ex agrimensor que vive en Florida. Ramos, uno de los encuestados, dijo que quiere ver presos a los banqueros "para que no vuelvan a engañar a la gente".
Kenneth Feinberg, apodado "el zar de los sueldos altos", a quien el gobierno le encargó la tarea de controlar el pago de bonificaciones a los ejecutivos de las firmas rescatadas, coincidió con los encuestados en que los sueldos de Wall Street todavía son muy altos, pero dijo que para él no es función del gobierno regular esas contraprestaciones.
Las cifras que revelan la furia
Los norteamericanos aún desconfían de sus banqueros
- 14 billones de dólares
Un estudio de la Reserva Federal de Dallas consigna que ése es el costo que tuvo la crisis financiera para la economía norteamericana - 120 mil dólares
El mismo estudio reveló que la catástrofe de 2008 y su costo equivaldrían a un endeudamiento de cada grupo familiar norteamericano por esta suma - 44% en contra del rescate
A cinco años de la caída de Lehman Brothers, disparador de la crisis de 2008, aún es altísimo el número de norteamericanos que rechazan la inyección de más de 700.000 millones de dólares al sistema financiero que pactaron republicanos y demócratas semanas antes de la llegada al poder de Barack Obama - 53% reclama cárcel
Más de la mitad de los encuestados por Reuters-Ipsos dijo que considera que no se hizo lo suficiente para enjuiciar a los directivos de los principales bancos que protagonizaron la debacle financiera de 2008
Traducción de Jaime Arrambide
Michael Erman
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