Ubicado en el interior del hotel DomAquarée de Radisson Blu, la construcción causó al estallar un torrente de agua se llevó por delante a personal, clientes y mobiliario
BERLÍN (DPA).- Los números ya resultaban impresionantes: 25 metros de altura, 12 de diámetro, más de 1500 peces de 97 especies, alrededor de un millón de litros de agua. El acuario AquaDom de Berlín, capital de Alemania, uno de los más grandes del mundo, explotó esta madrugada por causas que aún se investigan y provocó caos en la zona: oleadas de agua, peces muertos sobre el piso, destrozos por todos lados y al menos dos personas heridas.
Ubicado en el interior del lujoso hotel Radisson Blu del el distrito de DomAquarée, la construcción (un enorme cilindro erguido en el centro del vestíbulo) causó al estallar un torrente de agua que se llevó por delante a personal, clientes y mobiliario del hotel. También inundó la calle de Karl-Liebknecht, una de las más transitadas del centro de la capital alemana, cerrada durante horas al paso de los vehículos.
Los dos heridos fueron hospitalizados con pronóstico reservado, según los servicios de Emergencia. Más de un centenar de bomberos trabaja en las tareas de desescombro.
El accidente expulsó a la calle a los 1500 peces que contenía el acuario, algunos de los cuales fueron arrastrados por el torrente de agua a las alcantarillas de Berlín.
Hasta antes del estallido, el impresionante AquaDom era la atracción del lugar. Daba la bienvenida a los huéspedes del hotel en la recepción del alojamiento, que cuenta con 427 habitaciones y suites y que está ubicado a orillas del río Spree, frente a la Catedral de Berlín.
Además de las especies dentro, los turistas que se alojaban en el lugar podrían disfrutar de un viaje en ascensor pero no cualquier ascensor, un viaje en ascensor dentro del propio cilindro de agua.
Asimismo, en su base se desplegaba el bar Atrium, un espacio en donde los visitantes podían disfrutar de cócteles y platos locales e internacionales y al mismo tiempo admirar la vista del acuario cilíndrico más grande del mundo.
En su página web, desdela empresa que maneja el hotel confirmaron el accidente, dijeron que el lugar se encontraba cerrado y que todos los huéspedes habían sido relocalizados.
De acuerdo con lo publicado por el diario ABC, la gestión biológica del AquaDom estaba a cargo de la Sociedad de Berlín para grandes acuarios, que tenía por objetivo transformar este atractivo en “un arrecife de coral artificial para crear un hábitat común en el acuario cilíndrico para peces y corales”.
Su rutina de mantenimiento no era simple: de lunes a sábado entre 3 y 4 cuatro buzos especializados se encargaban de la limpieza por dos horas, entre las 11 y las 13 horas. Además alimentaban a los animales, que recibían cerca de ocho kilos de comida por día.
Según fuentes del diario alemán Bild, la explosión fue causada por el desgaste del equipo. Sin embargo, el AquaDom había reabierto el verano pasado después de una larga y costosa renovación estimada en 2,5 millones de euros.