20 años del 11 de Septiembre: EE.UU. conmemoró los ataques con un llamado a recuperar la unidad perdida
“Vimos la unidad nacional doblarse; aprendimos que la unidad nacional es lo único que jamás debe quebrarse”, dijo el presidente, Joe Biden
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NUEVA YORK.- Las primeras campanadas se escucharon, como cada 11 de septiembre, a las 8.46 de la mañana, desde la iglesia de St. Paul, que resistió incólume la devastación desatada por el peor atentado de la historia. La “Zona Cero”, en el bajo Manhattan, el epicentro de los ataques, se hundió en el silencio para recordar a las 2977 personas que murieron en el día más trágico de Estados Unidos, que marcó un antes y un después para el mundo.
Estados Unidos se unió para conmemorar los veinte años de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001, el ataque más furtivo y mortífero que sufrió el país, una marca imborrable en el inconsciente colectivo de una nación que, dos décadas después, intenta recuperar un vestigio de la férrea unidad que supo enarbolar para recuperarse del peor trauma de su historia.
“Sin importar cuánto tiempo ha pasado, estas conmemoraciones traen todo dolorosamente de vuelta, como si hubieran sucedido hace unos segundos”, dijo el presidente, Joe Biden, en un mensaje que grabó en la víspera en la Casa Blanca.
Además de recordar a las víctimas y hablar del dolor de los familiares, Biden apeló a recuperar la unidad perdida apelando a construir un futuro de “promesa, fortaleza y gracia, digno de sus sueños y sacrificio”.
20 years after September 11, 2001, we commemorate the 2,977 lives we lost and honor those who risked and gave their lives. As we saw in the days that followed, unity is our greatest strength. It’s what makes us who we are — and we can’t forget that. pic.twitter.com/WysK8m3LAb
— President Biden (@POTUS) September 10, 2021
“Vimos la unidad nacional doblarse. Aprendimos que la unidad nacional es lo único que jamás debe quebrarse. La unidad es lo que nos hace lo que somos. Lo mejor de Estados Unidos. Para mí, es la lección central del 11 de septiembre”, dijo Biden. “En la batalla por el alma de Estados Unidos, la unidad es nuestra mayor fortaleza”, reforzó.
El nuevo aniversario de los ataques encuentra a un país mucho más dividido, y que aún intenta dejar atrás las secuelas que dejaron los ataques. Dos décadas de guerras, más de 8 billones de dólares gastados y cientos de miles de muertes culminaron en una caótica salida de Afganistán y el retorno de los talibanes al poder, el primer blanco, junto con Al-Qaeda, de la “guerra contra el terrorismo”. Más de 900.000 personas, incluidos civiles, murieron en las guerras y los ataques militares de las últimas dos décadas.
Para marcar el vigésimo aniversario de los ataques, Biden visitó los tres lugares donde se estrellaron los cuatros aviones secuestrados por los 19 terroristas de Al-Qaeda que ejecutaron el atentado, ordenado por Osama ben Laden, baleado por un escuadrón de Navy Seals en 2011, en Paquistán, y originalmente ideado por Khalid Sheikh Mohammed, quien aún aguarda su juicio en la prisión de Guantánamo, Cuba.
Presionado por las familias de las víctimas del 11-S, Biden también cumplió una promesa de campaña y ordenó días atrás revelar documentos clasificados desde hace mucho tiempo sobre los ataques, que podrían ofrecer nueva información sobre las conexiones entre el gobierno de Arabia Saudita, aliado de Estados Unidos, y los terroristas.
En Nueva York, Biden y su mujer, Jille Biden, participaron de la tradicional ceremonia en el memorial construido en la “Zona Cero”, en las huellas que dejaron las Torres Gemelas, junto a otras autoridades y los familiares de las víctimas. Los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton estuvieron presentes con sus esposas, Hillary Clinton y Michelle Obama, junto a otras figuras políticas, incluido el alcalde, Bill de Blasio, y sus antecesores, Michael Bloomberg y Rudy Giulini. Una campana marcó la hora en el cual se estrellaron los aviones y colapsaron las torres, y se leyeron los nombres de quienes perdieron la vida.
“Y mi marido, Joseph Reina Junior. Joe, te amamos y te extrañamos más de lo que podés imaginarte. Nuestro hijo es igual a vos. Ilumina mi mundo todos los días. Te veo en todo lo que hace, y sé que nos mirás porque te siento cuidarnos, y a tu familia. Veinte años se siente como una eternidad pero también se siente como si fuera ayer”, dijo, conteniendo las lágrimas, su mujer, Lisa.
George W. Bush, presidente cuando ocurrieron los ataques, fue a Shanksville, Pensilvania, donde se estrelló el vuelo 93 de United Airlines, junto a la vicepresidenta, Kamala Harris. Como Biden, también apeló a la unidad. Y Bush, cuya imagen se ha recuperado entre los norteamericanos con el paso de los años, también sorprendió al brindar un mensaje contra el terrorismo doméstico, una amenaza creciente en Estados Unidos.
“Hay poca superposición cultural entre extremistas violentos extranjeros y extremistas violentos del país. Pero en su desdén por el pluralismo, en su desprecio por la vida humana, en su determinación de profanar los símbolos nacionales, son hijos del mismo espíritu inmundo”, dijo.
Donald Trump fue el gran ausente en los actos conmemorativos. No quiso estar en la “Zona Cero” con el resto de los presidentes. Fue a visitar un precinto de la policía y una estación de bomberos en Nueva York, y grabó un video de menos de dos minutos para marcar el aniversario, pero dedicó la mayor parte a reiterar críticas a Biden y su “inepta administración” por el manejo de la retirada de Afganistán. Por la noche, Trump tenía previsto cerrar el día en Florida, en una presentación en una pelea de boxeo en un casino.
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