Formando a los profesionales del futuro
Hay una frase que dice que el 75 por ciento de las profesiones del mañana todavía no existe, y es en ese contexto que las casas de altos estudios deben planificar sus currículas y lanzar a los egresados a un mercado tan competitivo como cambiante.
Decanos y Directores de la Universidad Argentina de la Empresa –“UADE”- analizan de qué vamos a estar trabajando en los próximos años y qué habilidades requerirán quienes hoy se forman para conducir la transformación.
Diseño:
la creatividad
sigue siendo
irremplazable
“Es cierto que la automatización de procesos industriales viene avanzando en forma inaudita, y es cierto también que los robots ya no reemplazan tareas repetitivas, sino que desarrollan procesos cada vez más sofisticados. Pero en diseño la creatividad humana seguirá siendo irremplazable”.
Quien habla es Ricardo Méndez, arquitecto y decano de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UADE.
Desde los modernos talleres de producción alojados en el campus de la universidad en el barrio porteño de Monserrat, Méndez señala que no importa tanto lo que los alumnos estudian, sino cómo lo aplican: “se trata de desarrollar habilidades para resolver todo tipo de problemas”, dice. Y es en ese sentido que el perfil del diseñador del futuro es diferente al de la habilidad manual que se venía buscando. “Lo que necesitarán es pensamiento crítico, creatividad y capacidades de comunicación y empatía”.
Ciencias jurídicas y sociales: en tiempos de tecnología, el valor del pensamiento
“Carreras como Abogacía, Licenciatura en Gobierno, Traductorado Público y Psicología viven el impacto de la tecnología, pero eso no significa que vayan a quedar obsoletas: se van a revalorizar de la mano de las competencias llamadas ‘blandas’, como la comunicación empática, el trabajo en equipo y la capacidad analítica y de prever escenarios en prospectiva”, advierte la decana de la facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UADE, Silvia Toscano.
Lo que las ciencias jurídicas y sociales emplean son datos. Y se sabe que en el mundo de hoy los datos cobran un valor fundamental. “Una de las claves pasa por capacitar a los alumnos en el análisis de datos para la toma de decisiones -agrega-, algo transversal a todas estas carreras y que nos ocupamos de enseñar no solamente en las materias de metodología, sino en todas las currículas. No existe una sola materia en la que se pueda condensar la formación en estas nuevas competencias”.
Ciencias
económicas:
una nueva
educación
Estamos viviendo lo que muchos autores llaman la Cuarta Revolución industrial, una época dominada por la inteligencia artificial, el machine learning, el big data, y la impresión 3D, fenómenos todos que como nunca replantean el mundo del trabajo. ¿Qué tipo de profesionales de ciencias económicas estará requiriendo ese nuevo escenario?
“Por un lado están las competencias como flexibilidad, creatividad y capacidad de aprendizaje para adaptarse a los cambios, lo que les va a permitir diferenciarse de los algoritmos”, señala el responsable de la carrera de Recursos Humanos de la UADE, Ariel Vázquez. “Pero también vamos a necesitar profesionales con sólidos conocimientos de analítica cuantitativa y lenguaje computacional.
Todos van a tener que saber programación, no sólo el área de sistemas”, sostiene. Y concluye: “Esta nueva época nos presenta una nueva ecuación. El desafío de las universidades es y será dar respuestas para que el ser humano siga siendo irremplazable”.
Comunicación: convergencia y entretenimiento
“En comunicación será necesario un perfil de actitudes y otro de competencias. En cuanto a actitudes harán falta personas flexibles, dispuestas a revisar cada tanto sus conocimientos, aprender y también desaprender. Y en lo que se refiere a competencias, un perfil generalista, que domine todos los sistemas, redes, plataformas, lenguajes y formatos y que sea capaz de combinarlos, además de poder hacer una reflexión profunda sobre estos fenómenos”, marca el director de las licenciaturas en Ciencias de la Comunicación y en Gestión de Medios y Entretenimiento de la UADE, José Crettaz.
“Si es del área del periodismo -prosigue- que sea capaz de producir sentido para las audiencias; si es de la comunicación en las organizaciones, que pueda encontrar los medios para llegar a esas audiencias; si es del entretenimiento, que logre experiencias inmersivas y memorables”, sostiene. “Hoy estamos planteando materias que tienen que ver con contar historias con emojis, memes, hilos de twitter, vivos de Instagram o las nuevas narrativas que vayan surgiendo. También de análisis de audiencias, ciencia de datos y hasta programación”.
Fin Lab: un laboratorio de finanzas único en Argentina
Con la idea de promover la educación financiera y de ser el centro del aprendizaje en temas de mercados bursátiles, la UADE acaba de inaugurar en el campus de Monserrat su Fin Lab, el primer Laboratorio Financiero del país. Se trata -nada menos- que de una especie de “mini Wall Street” donde los alumnos pueden “aprender finanzas haciendo” con la última tecnología disponible en el mundo.
“La idea es que puedan practicar usando las herramientas que van a usar después en el mercado laboral”, dice el decano de la Facultad de Ciencias Económicas, Federico Iñíguez. “Acá pueden simular, programar, emplear la inteligencia artificial y tener información en tiempo real de cualquier bolsa y de cualquier acción. La información que ven es la misma que ven los corredores y traders de todo el mundo, en vivo y en directo”. “Desde los primeros años de la carrera los estudiantes van a estar aprendiendo a manejar grandes volúmenes de datos y procesarlos, todo con información real”, concluye Iñíguez sobre este espacio que es el primero de su clase en la Argentina, y uno de los pocos a nivel internacional.
Carreras BIO
tecnológicas:
un mundo
apasionante
“No hace falta ser muy perspicaz para afirmar que durante las últimas décadas fuimos testigos de una revolución del conocimiento en el área de la salud. La secuenciación completa del genoma humano aportó un compendio casi inagotable de datos sobre los cuales construir los actuales pilares del diagnóstico molecular, la prognosis de enfermedades y la generación de fármacos a medida.
Pero lo que pocos perciben es que el conocimiento de nuestro genoma (y el de muchas otras especies) nos serviría para dar solución a problemas de la humanidad tales como el agotamiento de las reservas de petróleo o la necesidad de energías renovables”, señala el director de las licenciaturas en Biotecnología y Bioinformática de la UADE, Federico Prada, para referirse a estas disciplinas que se aplican en áreas tan diversas como la medicina, la agricultura, la industria alimenticia, la farmacéutica y el cuidado del medio ambiente.
Según Prada, para alcanzar esos nuevos horizontes harán falta profesionales como los ingenieros metabólicos, “con sólido conocimiento en biología sintética, ingeniería genética, biología de sistemas y una pizca de bioinformática”, agrega Prada. “Si bien este nuevo profesional todavía no existe, y la era que estamos viviendo aún no tiene nombre, el objetivo está claro: obtener energía sustentable a partir de los desechos que generamos y respetando al mismo tiempo a la naturaleza como principal fuente de conocimiento para nuestros futuros hallazgos”.