Violencia sexual
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Días atrás, tuvo lugar un llamamiento público con la participación de ONG de la Argentina (Aralma), Ecuador (Red de Sobrevivientes de Hispanoamérica) y el Reino Unido (Child Rights International Network) para exigir que los delitos de violencia sexual en la infancia no prescriban.
En nuestro país, hasta 2011, el abuso sexual integraba el conjunto de delitos cuyo término de prescripción oscilaba entre cuatro y doce años, según la figura jurídica que aplicara. Si una niña era abusada a los 7 años y ella decidía denunciar a los 18 años, el hecho no podía investigarse, pues el abuso sexual simple prescribía transcurridos cuatro años.
La llamada ley Piazza, impulsada por el diseñador que fue víctima de abusos en su infancia, modificó el cuestionado plazo en el Código Penal y fijó que el delito recién comenzaría a prescribir cuando la víctima cumpliera 18 años. La ley de respeto a los tiempos de la víctima, que rige actualmente, es de 2015. Si una víctima decide presentar una denuncia a los 30 años, recién en ese instante comenzará a correr el plazo de la prescripción. Como la ley no es de aplicación retroactiva, quienes sufrieron abuso sexual antes de 2011 no pueden reclamar tomando estos cambios más recientes. Pero aun así muchos casos siguen llegando a los tribunales invocando el llamado derecho a la verdad, promoviendo la investigación de los hechos aun cuando no alcancen sanción. Según dónde se radique la denuncia, las situaciones pueden ser disímiles, planteándose inadmisibles desigualdades ante la ley.
El derecho penal debe aguardar el tiempo que una víctima requiera para efectivizar su denuncia. Las secuelas no prescriben. La revictimización por falta de justicia es demoledora, plantea Sonia Almada, especialista en violencias contra las infancias y directora de Aralma (IG y FB @somosaralma), institución creadora del movimiento A Nuestro Tiempo. Superar el miedo, la vergüenza, la manipulación de los pederastas, demanda años de elaboración y, para entonces, el crimen puede ya haber prescripto para las leyes.
A instancias de Aralma, aguardan tratamiento en la Cámara de Diputados tres proyectos de ley dirigidos a erradicar la violencia sexual contra bebés, niños, niñas y adolescentes; crear una comisión investigadora sobre estos crímenes en la Argentina y consolidar el 9 de agosto como el Día de Prevención y Solidaridad con los Sobrevivientes. Desde Change.org impulsan estas iniciativas.
El doloroso tema volvió a la agenda pública a partir del periodista rosarino que denunció por abuso sexual a su tío y a su padre. Desde la pantalla, Juan Pedro Aleart, de 36 años, compartió semanas atrás su terrible experiencia y cómo, a pesar de todas las pruebas, la barrera de la prescripción impidió que se avanzara con la investigación. Creíble, fundado pero prescripto, fue la inadmisible respuesta con la que se encontró luego del largo camino emocional recorrido.
Aleart afirma que “la prescripción es el refugio de los abusadores” y agrega que “es como darle el partido ganado al abusador sin siquiera tener que entrar en la cancha”. Nuestros legisladores tienen en sus manos modificar esta situación aprobando los proyectos para que acceder a la Justicia deje de ser un complejo proceso. Por respeto a las víctimas, la reparación no puede esperar.