Venezuela: viles maniobras
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En un fallo histórico, la Sala I de la Cámara Federal porteña ordenó la inmediata detención y captura internacional de Nicolás Maduro; de su segundo, Diosdado Cabello, y de una treintena de jerarcas y militares venezolanos. Se los acusa de pergeñar un plan sistemático para detener, secuestrar y torturar ciudadanos.
Una denuncia del Foro Argentino para la Democracia en la región presentada sobre la base del principio de jurisdicción universal que habilita a los países a enjuiciar crímenes graves contra los derechos humanos sin importar el lugar donde hayan ocurrido, abrió la investigación. Sumaron su adhesión la Fundación Internacional para la Libertad, presidida por el Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, y el Foro Argentino para la Defensa de la Democracia. Las audiencias se celebraron con presuntas víctimas del régimen cuyos testimonios fueron contundentes. También se recurrirá a la Corte Penal Internacional para que disponga la captura de los acusados, una medida que cuenta con antecedentes como en el caso de los iraníes imputados en la causa AMIA.
El contrataque del régimen chavista no tardó en llegar. Anunció que tramitaba órdenes de captura contra Javier Milei; la secretaria general de Presidencia, Karina Milei, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en relación con el “robo” del avión venezolano-iraní retenido en Buenos Aires en junio de 2022 y luego enviado a Estados Unidos. Dichas órdenes persiguen un objetivo perverso: abonar la idea de que existe un conflicto entre la Argentina y Venezuela. De tal forma se busca impedir que Interpol disponga las alertas rojas.
Es política de Interpol rechazar los pedidos de alertas rojas cuando existe un conflicto entre países. En el caso de Maduro resulta además difícil por tratarse de un mandatario de facto.
Si las órdenes de detención se obtuvieron fue porque se demostró que Maduro y sus secuaces son criminales de lesa humanidad, que no dudan en cometer los delitos más aberrantes para silenciar a opositores y generar terror y subordinación en la población. Las medidas ordenadas tienen un basamento de comprobación testimonial que les da sustento al confirmar que rige en Venezuela un plan sistemático de represión, desaparición forzada de personas, homicidios y persecución a la población civil. La comunidad internacional no puede abandonar al pueblo venezolano en manos de estos delincuentes y debe presionar para que prosperen medidas como la comentada.