Venezuela, devastada
Como respuesta a la falta de información pública veraz sobre la realidad social del país, que oriente las estrategias adecuadas en materia de políticas sociales, la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Simón Bolívar (USB) presentaron los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana.
Sus conclusiones reflejan la destrucción acumulada en los últimos cinco años de la calidad de vida del país caribeño, hoy la más crítica del continente. Sobre este punto el estudio fue tajante: "Venezuela es el país más pobre y el segundo más desigual de América Latina". Supera incluso a Haití (49,9% en pobreza y 24,2% en pobreza extrema), históricamente el país con menos recursos de la región.
La investigación precisó que el 96,2% de la población venezolana es pobre y que el 79,3% vive en la pobreza extrema, con recursos que no alcanzan para cubrir la canasta familiar básica, como consecuencia de una hiperinflación que ha superado registros inimaginables: entre marzo de 2019 e igual mes de 2020 fue del 3365%, mientras el ingreso diario fue de apenas 72 centavos de dólar. Entre 2013 y 2019 el PBI tuvo una caída del 70% en una nación que prácticamente no produce nada.
De cada cuatro hogares, al menos uno presenta inseguridad alimentaria severa. Al menos el 21% de los menores de 5 años está en riesgo de desnutrición y el 8% es desnutrido, aunque, según el indicador talla-edad, el 30% de los niños padece desnutrición crónica.
En cuanto al nivel de empleo, la encuesta determinó que el 44% de los mayores de 15 años está desempleado, en tanto que el trabajo por cuenta propia subió del 31% al 41% entre 2014, cuando se hizo la primera encuesta, y la medición de 2019-2020. La falta de empleo, la represión del régimen y otras condiciones extremas obligaron a 5 millones de personas a emigrar, de los cuales más de 2 millones lo hicieron entre el año pasado y la actualidad.
A esta desoladora realidad se le agrega un nuevo informe de la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, sobre la grave situación de los derechos humanos en Venezuela, que confirma una vez más cómo el régimen del dictador Maduro continúa violando las normas internacionales que protegen las mínimas garantías de la ciudadanía.
El nuevo reporte menciona las denuncias por tratos inhumanos que siguen recibiendo los presos, en especial los políticos; las agresiones contra manifestantes opositores y periodistas, la privación ilegal de la libertad de diputados opositores y restricciones a la libertad sindical.
El régimen dictatorial de Maduro ha superado las peores expectativas, violando leyes, haciendo de la corrupción una política de Estado, fomentando y valiéndose del narcotráfico como otra fuente ilegal de riqueza, empobreciendo a la sociedad venezolana y violando sistemáticamente sus derechos humanos. Resulta necesario instar una vez más a la oposición venezolana y a la comunidad internacional a no cejar en el reclamo de elecciones libres que permitan el pronto retorno de la democracia.