Una crisis eclesial inédita
La situación de la Iglesia Católica tras los casos de abusos de menores, en la óptica de la revista Criterio
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El conocimiento de los abusos sexuales de menores por parte de sacerdotes de la Iglesia Católica ocasionó una crisis eclesial inédita. Los fieles oscilan entre la incredulidad y la ira, la vergüenza, la tristeza y la desilusión. En algunos países tradicionalmente católicos aumentaron las apostasías, la falta de confianza en los obispos, el abandono de las prácticas religiosas y hasta el debilitamiento de la fe. Las miradas críticas hacia las autoridades transmiten la sensación de que no hacen lo que se debería o lo hacen de manera insuficiente. Tan grave es la situación que hay quienes temen que pueda ser considerada el segundo cisma que afronta la Iglesia después de la Reforma de Lutero.
Ha sido la intervención decidida del papa Francisco la que, siguiendo la línea ya iniciada por Benedicto XVI, posibilitó que se afrontara el problema en su real dimensión.
El debate franco y abierto trae oxígeno a estructuras que estaban anquilosadas en una postura cerrada y defensiva.
Los laicos estamos llamados a salir del escándalo y trabajar para desenmascarar las paradojas de una cultura que acusa mientras fomenta lo mismo que condena. Dice defender a los niños mientras que, desde las disposiciones de algunas empresas, con la contribución de la publicidad y los medios, se erotiza cada vez más a la infancia. Por otra parte, la pornografía habita en los celulares de los padres de familia y el abandono de la formación de los adolescentes se disfraza de permisividad indolente. La impunidad es la norma ante conductas infractoras.
La decisión de la Iglesia necesita de la comunión entre todos para proteger a los niños, puestos por Jesús como la vara para medir la posibilidad de entrar en el Reino.
Fuente: Revista Criterio