Un intendente patotero
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El intendente de José C. Paz, Mario Ishii, que tiene un viejo problema con las palabras, sumó otra memorable afirmación: “Un día el pueblo se va a levantar contra los medios”. Por si no hubiera sido suficientemente asertivo, agregó: “No tengo dudas”.
Ishii es el recordado autor de otra frase generadora de estupor. Fue en 2020 cuando dijo, tras difundirse un video, que la “falopa” viaja en ambulancias. Sus adláteres procuraron excusarlo, amparándolo en la gastada muletilla de que sus palabras habían sido sacadas de contexto. Oscar Paoletti, uno de sus colaboradores, ensayó un curioso sinceramiento en los tribunales: declaró que había sido “la mala expresión de un día” de su jefe.
Quien va por el quinto gobierno de uno de los partidos más pobres de la provincia de Buenos Aires tiene tal reputación que en el PJ bonaerense nunca se tomó en serio su pretensión de gobernar la provincia. En 2011, sin ningún sentido de la realidad, compitió con Daniel Scioli y obtuvo 2,5% de los votos. Ya es un milagro que Ishii gobierne un municipio.
En el tema de la “falopa” y las ambulancias, Ishii fue investigado por encubrimiento y la cuestión quedó lejos de la sanción debida. ¿Qué hacer ahora con quien convoca a la violencia contra el periodismo en un disparatado afán por amedrentar? No lo ha logrado ni lo logrará. Políticos, empresarios y periodistas repudian sus dichos. Sus palabras no pueden sino reafirmar el sentido de dignidad y orgullo con el que ejerce la misión de informar la prensa ajena al oficialismo.
Si la maliciosa advertencia del intendente ha sido otro exabrupto inaceptable en una democracia, como sugirió la asociación nacional de diarios, ADEPA, fue mucho peor todavía la estridente aquiescencia del presidente de la Nación; del flamante jefe de Gabinete, Juan Manzur; del gobernador bonaerense y del bloque de diputados nacionales del Frente de Todos. Aplaudieron a Ishii como si hubiera pronunciado el discurso de un estadista siempre dispuestos a celebrar desaciertos, sumando ahora a quien, incapaz de renunciar a la gobernación tucumana para asumir su nuevo cargo, se limitó a pedir licencia, cubriéndose anticipadamente por las dudas hasta la finalización de su mandato provincial en 2023
En José C. Paz. cinco períodos no han bastado para que porcentajes bastante superiores al 50% de la población siga sin agua ni cloacas, pero con basurales a cielo abierto. Este partido lindante con Malvinas Argentinas, Pilar, San Miguel y Moreno, ha tenido el último año y medio un alto número de cierres de comercios.
No sorprende que un intendente perpetuado en su cargo amenace a un periodismo que compromete esfuerzos en informar sin tapujos sobre el gobierno de turno, al que el señor Ishii respalda. Ya antes, había manifestado su obsecuencia por otros presidentes, desde Menem en adelante. Contradice indiscutiblemente con sus procederes el jefe comunal la memoria de un periodista ilustre, José C. Paz, fundador de La Prensa.
Si tomara el camino que le proponemos, Ishii podría convertirse en un ejemplo meritorio al lado de quienes irresponsablemente lo aplaudieron en el acto público de José C. Paz.
Debería reservar el intendente Ishii las expresiones malsonantes, por decir lo menos, para su entorno de punteros políticos y acostumbrarse a pensar y a hablar como corresponde a un funcionario surgido del funcionamiento de instituciones emanadas de la Constitución nacional. Esta ampara las libertades públicas que tanto le disgustan e impide el pensamiento único que al parecer patrocina.