Tensión política en Brasil
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Los festejos por el 199º Día de la Independencia de Brasil se convirtieron en expresión de una previsible pulseada política caracterizada por imponentes demostraciones callejeras de los seguidores del presidente Jair Bolsonaro y de los de su principal rival opositor, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva, con despliegues en varias ciudades del país.
El enfrentamiento se corporizó el fin de semana pasado a partir de un ataque abierto del propio presidente contra algunos de los miembros del Supremo Tribunal Federal que avanzan con investigaciones en su contra. Se le imputan cargos por corrupción, mal manejo de la crisis sanitaria y difusión de noticias falsas.
En la tensa jornada que se vivió la semana pasada en Brasil, Bolsonaro tildó de “canalla” a un juez de la Corte y dijo que no respetará ninguna decisión de su autoría. “Solo Dios me sacará de la presidencia”, aseguró el primer mandatario durante una fuerte arenga a sus seguidores.
Las encuestas revelan la voluntad de una mayoría de ciudadanos disconformes, dispuesta a dar batalla contra el asediado pero desafiante presidente Bolsonaro.
El clima político en Brasil se ha enrarecido y la marcha, todavía pesada, de una economía que ha quedado debilitada por la pandemia contribuye a alimentar la presencia de una peligrosa tensión social, que tiene al presidente como centro de las críticas y en medio de una compleja tormenta.
La respuesta de Lula da Silva a las fuertes expresiones de Bolsonaro no tardó en llegar. El líder opositor djo que el actual mandatario estimula “la división, el odio y la violencia” y fustigó el plan económico de Bolsonaro cuestionando además la forma y el fondo del excapitán del Ejército a la hora de gobernar.
“Ese es el papel de un presidente: mantener encendida la confianza en el presente y en el futuro, mostrar que es posible superar obstáculos”, sostuvo Lula da Silva, quien, no obstante su prédica en favor del respeto mutuo, comparó a Bolsonaro con Hitler.
Es de esperar que prime la racionalidad entre los principales dirigentes brasileños, que sin dudas están llamados a dar el ejemplo.