Sin máscaras
Otras opiniones. El País/España
MADRID.– Tras rectificar su empecinado desdén ante las mascarillas sanitarias, ahora el primer ministro británico, Boris Johnson, acaba de quitarse la máscara con la que pretendía alcanzar un verdadero acuerdo de futuro tratado comercial con la Unión Europea (UE).
En un acuerdo todas las partes realizan concesiones y él no ha abierto siquiera el mínimo resquicio para ninguna en los asuntos clave. Sin dejar de defender la bondad de un pacto como el que la UE propugna –cero cuotas, cero aranceles, normativa equivalente–, esta debe sobre todo prepararse ya, también mentalmente, para un escenario de pequeños y mínimos acuerdos sectoriales de circunstancias.
Y, además, para no dar por sentados beneficios ya considerados, como el acceso británico a programas europeos, el alcance de los apoyos a la paz en Irlanda del Norte o las vías de compartir datos, tecnologías u organismos.
Si Londres lo voltea todo, todo debe ser reconsiderado.
La flexibilidad propia del poder suave europeo limita con la dignidad y el respeto.