Venezuela: sin democracia y sin energía
CARACAS.- Al cabo de 20 años la labor de la dupla Chávez-Maduro se ve en todo su miserable esplendor: el país no tiene democracia ni tiene energía. La democracia fue pateada y solo quedó el pellejo del autoritarismo encabezado por una banda que se apropió del poder y que con contumacia, para servir a sus amos cubanos, arruinó hasta lo irreparable la industria petrolera y, más allá, todo el sistema energético del país.
Para hacer más pavoroso el panorama, ahora se ha derramado sobre el mundo la pandemia del coronavirus, en una situación de extrema vulnerabilidad para nuestro país, con todas las instituciones destruidas y muy especialmente, el sistema de salud pública. Hay que decirlo con claridad: Venezuela no está en condiciones de contener la pandemia salvo que condiciones geográficas y el aislamiento al que la ha condenado el régimen desde hace años tengan un imprevisto efecto benéfico.
El país puede estar al borde de una catástrofe alimentada en su base por el régimen que controla el poder.
Maduro intenta aprovechar esta circunstancia aterradora para reforzar el control social por parte de su régimen.
Por ello alertamos en el sentido de que se propone renovar cada 30 días la cuarentena, busca impedir la actividad política, persigue periodistas que reportan los hechos, les da carta blanca a los militares para que matraqueen y tengan prioridad con la gasolina que después muchos venden, y aprovecha para crear campos de concentración de los venezolanos que retornan porque han perdido sus empleos en los países que fueron a parar.
La oposición debería evaluar en toda su dimensión la catástrofe en marcha y proceder a desarrollar una estrategia de poder alejada de las maniobras sobre quién prevalece. La alianza de civiles y militares por la libertad tiene la palabra. La libertad no vendrá de afuera.
El Nacional venezuela