Siete impuestos más que restan en nuestro país
Rigen hoy 155 tributos; urge recrear una profunda cultura social para aprovechar la nueva ley que contempla el interés ciudadano y no el político
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La sumatoria de los tributos de la Argentina pasaron de totalizar 148 en 2023 a 155 en 2024, es decir que hubo un aumento neto de 7 tributos en el último año, según el último vademécum del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). Por un lado, debe sumarse un impuesto nacional, resultado de la sanción de tres nuevos menos la derogación de dos, y, por el otro, seis tasas municipales, siete sanciones nuevas menos la derogación de una. Todo un galimatías. El problema no es solo la cantidad de impuestos, en la que cualquier número superior a 10 es irrazonable. También es una cuestión el peso de los impuestos. El Banco Mundial y la Unión Industrial Argentina, aplicando tres métodos distintos, concluyeron que nuestro país tiene los impuestos más gravosos del mundo (sector formal de la economía), cuyo resultado es que los ciudadanos soportan, en general, más del 40% y hasta más del 50% de carga fiscal dentro de los precios finales de consumo. Además de la más alta inflación mundial.
En el orden nacional, la suba de un impuesto demuestra que, a más de 7 meses de haber asumido el nuevo gobierno, se encuentra pendiente la promesa de campaña de bajarlos. El oficialismo ha logrado achicar el gasto público hasta eliminar el déficit y se han bajado impuestos para grandes proyectos (RIGI) y sectores más pudientes (bienes personales e ITI). Es tiempo de eliminar aquellos que más afectan la cadena productiva y a los consumidores en general (exportaciones, débitos y créditos y PAIS, entre otros).
A nivel provincial, si bien no han ocurrido cambios en el número de impuestos, sí aumentaron sustancialmente los existentes como en el caso del inmobiliario bonaerense o el “aporte extraordinario” en La Rioja, aumento del 25% de todas las alícuotas de ingresos brutos, por citar solo un par de ejemplos. El mantenimiento de un impuesto tan distorsivo, pesado e injusto como ingresos brutos es insostenible.
En el ámbito municipal, la suba de 6 tasas, más el aumento de las existentes (ecotasas, tasas viales, etcétera), evidencia dónde se ha descontrolado más la voracidad fiscal en un año.
El hecho de que, según Iaraf, 10 tributos concentren el 92% de la recaudación consolidada del país y de que los otros 145 recauden solo el 8% reclama una urgente simplificación.
Hubo una condición para que la Argentina llegara a ser el país más gravoso del mundo a través de sus 155 tributos: un régimen que ocultó sistemáticamente los impuestos, con prohibiciones vergonzosas como la que desde 1973 regía para que no se muestre el IVA a los consumidores finales, escondiendo tributos a lo largo de la cadena productiva, invisibles para el ciudadano. Pero este ocultamiento llegó a su fin. Con la sanción de la reciente “ley de medidas fiscales paliativas y relevantes” se aprobó el Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor, que viene siendo impulsado por Lógica, la ONG dedicada a generar conciencia social y que en 2023 consiguió que Javier Milei, Patricia Bullrich y Juan Schiaretti firmaran el compromiso de sancionar dicho régimen. No solo se expondrá el IVA en los tickets, sino todo otro impuesto indirecto nacional que incida en los precios de consumo, tales como el de débitos y créditos, internos y combustibles, entre otros. La referida ley agrega una invitación por parte de la Nación a las provincias para que adhieran a este régimen para la exposición de ingresos brutos y tasas municipales.
Este régimen operará a partir del 1º de enero de 2025. Hasta entonces, será tiempo de reglamentaciones, adhesiones de las distintas jurisdicciones y adecuación de sistemas informáticos. Mientras tanto se ha viralizado el caso del supermercado ChangoMás, que se adelantó al alertar a sus clientes sobre sobre las tasas municipales que ellos soportan, tanto mediante su exposición en los tickets como en carteles ubicados en los accesos. Rezan esos mensajes: “Estimados clientes, por disposición municipal (ordenanza 01/24 y resolución 121/24) usted encontrará en su ticket un recargo adicional en concepto de tasa municipal de protección ambiental. Disculpe las molestias”.
La clave del éxito de este régimen, como sucedió en Brasil, es que sea impulsado desde la sociedad civil, para que la austeridad en el gasto público y la razonabilidad en los impuestos sean demandas ciudadanas. Este logro legislativo debe aprovecharse y potenciarse. Es el turno del sector empresario, para que tome la posta, asuma esta causa como propia y dé la máxima difusión posible a este régimen, tanto mediante su implementación como a través de campañas, incluyéndolas en sus propios canales de difusión. Es una oportunidad única e irrepetible para generar cultura fiscal en toda la sociedad, convirtiendo lo que hasta ahora era una cuestión política en una cuestión ciudadana y, de esa manera, dejar de ser el país más gravoso del mundo para volvernos un país normal, a largo plazo y más allá del signo político de turno.