Servir un plato más
Nuestra tierra es un inagotable semillero de ideas a la hora de poner en acción la solidaridad. Los emprendedores solidarios encuentran soluciones innovadoras para problemas acuciantes que detectan en la sociedad y siempre es bueno apoyarlos.
El aislamiento social impuso una enorme restricción, insalvable para muchos, a la hora de ganarse el sustento. Los efectos de una crisis económica que ya se hacía sentir hoy golpea sin piedad la precaria situación de muchísimas personas. A comienzos de mayo último, Manuela Dicembrino, junto con sus amigos Romina Rodríguez y Bernardo Cenizo, pensaron en cómo sumar su propio granito de arena para paliar tanta desigualdad y ese fue el origen de la idea. Armaron un fondo entre los tres y arrancaron.
Crearon Punto Plato (@servirunplatomas) y dispusieron cajones de madera pintada, identificados con un afiche en distintos puntos de la ciudad, más de 50 a la fecha, con varios más en proyecto, activos durante las 24 horas. En envases descartables y con cubiertos, quien lo desee puede dejar allí comida para personas que viven en la calle. Los encargados de cada punto entregan elementos descartables a quienes los solicitan.
Cuántas veces, desde la comodidad de nuestro hogar, habremos pensado de qué manera ayudar, mediante una donación en víveres o en dinero en efectivo para alguna organización. Cuántas veces pensamos con dolor en aquellos que no tienen nada que llevar a su mesa. Ese fue el disparador. Todos podemos hacer un plato más de comida y acercarlo a Punto Plato para quien lo necesite. No es dar lo que nos sobra, sino preparar un plato de comida más, caliente o fría, pero nutritiva. Es una manera de poner en hechos ese registro del otro, una forma de acercarnos al prójimo.
Durante la última semana, 1600 personas tuvieron su plato de comida gracias a esta iniciativa. Ampliemos nuestras mesas para hacer lugar a quienes más lo necesitan. Sumemos nuestros platos y ayudemos a difundir tan excelente idea.