Santa Cruz: adiós al lastre de la ley de lemas
La Legislatura derogó la norma que durante 35 años le permitió al kirchnerismo acomodar los tantos a su gusto para intentar perpetuarse en el poder
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La reciente derogación de la ley de lemas en la provincia de Santa Cruz constituye el punto final a una vieja rémora de la que se sirvió el kirchnerismo para mantenerse en el poder durante 35 años.
La norma fue impulsada por el actual gobernador, Claudio Vidal (Por Santa Cruz), quien en la campaña electoral del año pasado había prometido a los santacruceños promover su derogación.
El proyecto fue votado por unanimidad entre los 23 diputados presentes en el recinto, pertenecientes al frente que lidera Vidal, a Todos por la Patria y a la Coalición Cívica-ARI. Hasta tanto la provincia redacte una nueva ley electoral, quedará vigente el sistema nacional, por lo cual el esquema de las PASO podría comenzar a disputarse también Santa Cruz.
¿Por qué la ley de lemas es considerada una trampa electoral, una distorsión de la representación democrática? Porque puede terminar obteniendo el triunfo quien no haya conseguido la mayoría de los votos. En el sistema de doble voto simultáneo y acumulativo, tal como se lo llama de forma oficial, cada coalición política que se presenta a elecciones es un lema. Este lema puede estar integrado por muchos sublemas, es decir, distintas listas dentro de la misma coalición y resulta triunfador el sublema que dentro del lema más votado obtenga la mayor cantidad de votos.
Esto ha llevado a casos tan incomprensibles como injustos, duramente criticados y con toda razón. Desde 1988 hasta hoy, el sistema electoral santacruceño fue cambiando conforme las conveniencias electorales: estuvo vigente para todas las categorías, luego se redujo su aplicación para la mitad de los cargos, quedando solo vigente para los municipales. Sin embargo, cuando los tiempos electorales demostraron al kirchnerismo que ya no le iba a alcanzar con un solo candidato para imponerse, esa facción volvió a reformar la ley ampliándola para todas las categorías, como ocurrió en 2015, cuando tuvo lugar uno de los casos más resonantes que se recuerden.
En aquellos comicios, el candidato de la UCR, Eduardo Costa, consiguió 71.000 votos (41,6%), pero Alicia Kirchner, quien obtuvo 58.000 votos (34,4%), resultó elegida gobernadora al sumar los sufragios del sublema de Daniel Peralta, que tenía su propio armado por fuera del kirchnerismo y había obtenido 28.332 boletas afirmativas (16,5%).
La ley de lemas no es un sistema inconstitucional, según ha dicho la Corte Suprema de Justicia cuando el caso santacruceño llegó a los despachos del más alto tribunal, no obstante lo cual reconoció que puede resultar inconveniente. Lo que ha hecho la Corte es coherente con su jurisprudencia, al entender que correspondía a la provincia tomar una decisión sobre ese asunto en virtud de la autonomía con la que cuenta para hacerlo.
En 2023, fueron seis los distritos que concurrieron a las urnas mediante ley de lemas. Además de Santa Cruz, se usó para las elecciones de gobernador en San Juan y en San Luis, que la habían repuesto ese mismo año y donde resultaron elegidos como mandatarios, respectivamente, Marcelo Orrego (Por San Juan), cuya elección cortó con 20 años de hegemonía peronista, y Claudio Poggi (Cambia San Luis), que destronó a los Rodríguez Saá tras 40 años de “reinado”. Las elecciones de 2023 provocaron ciertamente no pocas sorpresas. El hartazgo ciudadano en muchos puntos del país ha logrado lo que parecía imposible: que a ciertos caciques territoriales ya no les sirvieran los amañados instrumentos de los que se valieron para intentar perpetuarse en el poder.
En Formosa solo se eligió de forma directa al gobernador y vicegobernador –Gildo Insfrán volvió a arrasar en su feudo–, pero hubo ley de lemas para el resto de los cargos, al igual que en Misiones, gobernada hoy por Hugo Passalacqua (Renovador de la Concordia), donde su utilización se reduce a las categorías municipales. Un contundente ejemplo del despropósito que siempre significó esta norma fue la enorme cantidad de candidatos que en 2023 se presentaron a elecciones para intendente de Posadas: 44 sublemas. En total, fueron 753 candidatos a jefe comunal y más de 3000 a concejales titulares en los 78 municipios que tiene esa provincia de 1,3 millones de habitantes.
En Tucumán, gobernada por Osvaldo Jaldo (Frente de Todos), quien con su triunfo revalidó la hegemonía peronista en esa provincia, no hay ley de lemas, pero funciona un sistema igualmente polémico denominado “de acoples”. Se trata de una suerte de colectora que favorece a la boleta del gobernador que más listas lleva, un virtual festival de partidos que, como en todos los casos en que se utiliza este tipo de procedimientos electorales, tiende a beneficiar mayoritariamente al oficialismo.
Hoy se le cuestionan a la ley de acoples casi los mismos vicios de la ley de lemas, que fue usada por última vez en Tucumán en 2003, año en que se desató un escándalo mayúsculo: se postularan cerca de 45.000 candidatos en casi 3000 lemas.
Cabe recordar que el camino hacia la derogación de la citada ley en Santa Cruz no ha estado allanado desde un principio. El proyecto había sido enviado por Vidal en diciembre último, pero fracasó el tratamiento legislativo porque el kirchnerismo en la Legislatura decidió no dar quorum para la sesión. En esta nueva oportunidad se acordó un dictamen y se avanzó hasta terminar con este lastre de la política argentina, con este juego perverso de buscar acomodar los tantos para salir beneficiados con cargos públicos electivos aun en contra de la verdadera voluntad popular.