Riesgos del cigarrillo electrónico
La difusión de estudios científicos y numerosos episodios vinculados con el uso de los cigarrillos electrónicos revelan los daños que provoca esta nueva adicción. Lo que comenzó como un método eficaz o eso parecía para dejar de fumar o como moda se convirtió en un arma letal para la salud.
Un estudio publicado por el New England Journal of Medicine sobre las víctimas mortales por vapeo halló daños pulmonares similares a los de la inhalación de químicos altamente tóxicos. Los investigadores pertenecientes a Mayo Clinic aseguraron que las patologías no se deben a una neumonía lipídica, sino a daños similares a los que suceden cuando los pulmones se exponen a gases químicos.
Una investigación del Departamento de Cardiología del Centro Médico Universitario de Mainz, Alemania, publicada en el European Heart Journal, la revista de la Sociedad Europea de Cardiología, demostró el daño que el vapeo puede causar en el cerebro, el corazón y los vasos sanguíneos. La conclusión fue terminante: estos elementos son tan peligrosos que los países deberían considerar prohibirlos.
Hace pocos días, el Congreso de los Estados Unidos votó elevar de 18 a 21 años la edad mínima para fumadores. La decisión regirá tanto para los fumadores de tabaco como para quienes vapean. La medida fue aprobada a raíz de un aumento del consumo de cigarrillos electrónicos y de las enfermedades derivadas, tales como neumonías y lesiones similares al enfisema causado por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), entre otras enfermedades.
Recientemente, en nuestro país, un joven de 30 años fue tratado en una clínica porteña por una afección pulmonar asociada con el uso del cigarrillo electrónico. Los estudios indicaron que padecía de proteinosis alveolar pulmonar, afección que se produce por la acumulación de proteínas y lípidos en los alveolos. Tras un lavado pulmonar total y una evolución favorable, fue dado de alta con oxígeno suplementario y con indicación de seguir con los controles.
A raíz de este primer caso y con el objetivo de tener un registro y un estado de situación en el país la entonces Secretaría de Salud de la Nación emitió una alerta epidemiológica por la que instó a los médicos de los establecimientos públicos y privados y a los bioquímicos a notificar todos los casos confirmados y probables e insistió en los riesgos de usar estos dispositivos.
En 2011, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) prohibió la importación, distribución, comercialización y publicidad de estos dispositivos. En diciembre de 2016, reiteró la prohibición.
El cigarrillo electrónico supone una amenaza para la salud pública y las pruebas existentes son insuficientes para afirmar que puede considerarse una ayuda para dejar de fumar o disminuir el riesgo del tabaco. Como toda sustancia o dispositivo aún no aprobado por faltas de evidencias sobre su efectividad y seguridad constituye un elemento peligroso del cual definitivamente es mejor mantenerse alejado.