Represión saudí contra mujeres
Abiertas a los profundos cambios que demandan, las mujeres asisten en cada rincón del mundo a realidades diferentes. Desde un espíritu común, pocos puntos de contacto existen entre las víctimas denunciantes del #MeToo y, por ejemplo, las mujeres árabes sometidas por un sistema atávico que les cercena elementales derechos.
Nacida en 1989, Loujain al Hathloul, defensora de los derechos de las mujeres saudíes y reiteradamente detenida por ello -la última vez a fines del año pasado junto a una decena de militantes-, estudió en Canadá y regresó a su país, donde defendió la libertad de conducir automóviles, una de las tantas actividades vedadas a las mujeres hasta junio pasado. Considerada por la revista Times una de las 100 personas más influyentes de 2019 y nominada al Nobel de la Paz, su hermana denunció recientemente que Loujain fue electrocutada y acosada sexualmente bajo la supervisión del principal asesor gubernamental, Saud Al-Qahtani, quien personalmente amenazó con violar y matar a la joven prisionera.
La prensa, alineada con quienes gobiernan, considera traidoras y agentes extranjeras a estas detenidas. Si bien no se han revelado cargos formales, se las acusa de "contactos sospechosos con entidades extranjeras", incluyendo brindar apoyo a elementos hostiles fuera del país. Por violar un decreto real de 2014 que prohíbe "participar en protestas y documentar esas protestas en las redes sociales", pueden enfrentar cargos por terrorismo con penas de entre tres y 20 años de prisión.
Arabia Saudita es uno de los países con mayor número de ejecuciones, con juicios que contrarían flagrantemente lo fijado internacionalmente en términos de derechos humanos, tal como denuncian Amnistía Internacional y Human Rights Watch, y con campañas represivas contra la libertad de expresión. A fines de marzo, en audiencias a puertas cerradas, muchas mujeres denunciaron abusos sexuales, amenazas y torturas brutales durante su detención.
El joven príncipe Mohamed Bin Salmán asumió la monarquía en 2017 con propuestas de modernización para su país. Despiadado y temido por su propia familia, continúa siendo blanco de fuertes críticas internacionales en relación con el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en Estambul.
En el primer trimestre de 2019, la muerte de 49 condenados, muchos de ellos extranjeros, mostró un incremento del 20% respecto de 2018, continuando la andanada de ausencia de juicios justos, con confesiones obtenidas vía tortura y sin siquiera respetar el derecho a una representación legal para las defensas.
El Parlamento Europeo pidió a los países de la Unión Europea que intensifiquen los reclamos de protección para quienes defienden los derechos de las mujeres en Arabia Saudita. Reclaman su libertad y que se permita el acceso de observadores internacionales para dar cuenta de cualquier situación irregular. Las voces del mundo libre han de alzarse en defensa de quienes pacífica y heroicamente defienden los derechos de las mujeres, sin distinción de credos, países ni condiciones.