Reconocimiento de Felipe VI
El nuevo rey de España, Felipe VI, inició su reinado con un significativo primer acto público, al recibir a las víctimas del terrorismo que, desde la década del 60, ensangrienta a España, y les expresó que las admira por su superación personal, fortaleza moral y por no guardar rencores ni deseos de venganza. Este nuevo gesto de la realeza española, y de otros grandes mandatarios hacia las víctimas del terrorismo, contrasta dolorosamente con la situación de completa indiferencia que ha demostrado el Estado argentino desde hace décadas, por aquellos ciudadanos que padecieron atentados terroristas en la década del 70 y en años posteriores.
Imposible no rememorar la primera decisión del presidente Héctor Cámpora al asumir en 1973, ordenando el decreto de indulto a los terroristas que estaban siendo juzgados o que habían sido condenados. Más recientemente, la Presidenta reglamentó en pleno Mundial de fútbol la ley que dispone el otorgamiento de pensiones a aquellos que fueron detenidos por motivos estudiantiles, sindicales o políticos hasta el 10 de diciembre de 1983, dentro de los cuales se encuentra una inmensa cantidad de miembros de organizaciones terroristas. El actual gobierno, y los anteriores también, nunca quisieron reconocer a las 17.382 víctimas del terrorismo. Ninguna ha sido reconocida, ni se les garantiza sus derechos humanos a la verdad, la justicia y a la reparación.
Mientras esta situación de inequidad se perpetúa deliberada e injustamente en la Argentina, configurando una interpretación restrictiva de la teoría de los derechos humanos, el mundo avanza en la condena del terrorismo y en el apoyo irrestricto a sus víctimas. El valioso gesto de Felipe VI así lo demuestra, y debería ser imitado en nuestro país.