Reclamo por la educación
Una nueva declaración de la Academia Nacional de Educación reafirma las pautas formuladas en 2015 respecto de las Políticas Educativas de Estado consensuadas para la mejora de la calidad educativa argentina".
Es interesante que la Academia formule esta declaración aprovechando un nuevo proceso eleccionario. Y que convoque a la ciudadanía y a los candidatos a centrar la atención en la relevancia de los aprendizajes para el desarrollo del país.
Que más del 50% de los alumnos no termine la escolaridad obligatoria y que aquellos que lo hacen no aprendan lo necesario interpela a todos los argentinos. No se trata de un problema circunscripto a la cuestión educativa. Involucra, entre muchos otros, a autoridades, padres de familia, docentes, sindicatos, organizaciones de la sociedad civil, medios de prensa y empresarios.
Una vez más, hemos de poner el acento en la necesidad de diálogo para lograr acuerdos a fin de construir una sociedad comprometida con el derecho de enseñar y de aprender. Días atrás, elogiamos desde estas columnas la iniciativa #YoVotoEducación, que se encuentra también en esta línea y que convoca a la acción.
La declaración comentada se organiza en torno a cuatro ejes:
•En primer lugar, la Academia reclama el simple cumplimiento de las leyes de educación: los 180 días de clase, la jornada extendida, las políticas apropiadas para la secundaria obligatoria, el pleno cumplimiento de la normativa de información y evaluación del sistema educativo en todos sus niveles, el funcionamiento efectivo del Consejo Consultivo del Instituto Nacional de Formación Docente, la correcta aplicación de las nuevas tecnologías de la información a la enseñanza y a la administración educativa, el reconocimiento garantizado por el Estado de los padres como agentes naturales y primarios, la inclusión de la educación sexual integral en todas las escuelas y el desarrollo efectivo de la carrera docente.
Respecto del financiamiento, demanda una nueva ley y la inversión mínima prevista en la de educación nacional, asegurando su adecuada y equitativa distribución y contralor en relación con el cumplimiento de las metas establecidas, haciendo extensivo este reclamo a inversión en ciencia y tecnología.
•En segundo término, se refiere a la urgente necesidad de promoción de políticas destinadas a asegurar la nutrición y el desarrollo infantil y la implementación prioritaria de las políticas educativas en las zonas desfavorables.
•El tercer eje se asocia con la calidad educativa, agrupando la petición de la Academia en la creación del Instituto de Evaluación de la Calidad y Equidad Educativas propuesto por el Acuerdo de Purmamarca (2016), una evaluación final de los alumnos que egresan de la educación secundaria y superior, la evaluación al ingreso y egreso de los estudiantes interesados en formarse como docentes, el fortalecimiento de la capacitación de los directivos y docentes, la revisión de su carrera y la reconversión del sistema de designaciones, la incorporación en todas las escuelas de servicios de atención psicopedagógica y de tutorías académicas, la promoción de la educación emocional, la dotación de conectividad en todas las escuelas y la promoción del desarrollo de redes interinstitucionales.
•En el cuarto eje, la Academia requiere que se articule la secundaria con la universidad para la continuidad del Programa Nexos de la Secretaría de Políticas Universitarias y entre los institutos de educación superior y las universidades.
Hemos de asumir un compromiso colectivo para que estas demandas sean recogidas sin demora. Si los candidatos y la dirigencia toman conciencia respecto de cuán prioritario es para la Argentina este tema, habremos dado un paso extraordinario a favor de un mejor porvenir. Si así no fuera, todo, absolutamente todo, será más difícil. No hay futuro posible sin calidad de educación.