Putin y la censura a la prensa
El autoritario gobierno de la Federación Rusa, que preside Vladimir Putin, considera a los medios de comunicación que reciben fondos del exterior como "agentes extranjeros".
Bajo esta matriz, los periodistas y hasta lo s blogueros quedan expuestos a ser incluidos en la peligrosa categoría de "espías". Esta restrictiva legislación de hoy se inspira en aquella utilizada en la época de José Stalin, sancionada en las décadas de los 70 y 80.
Las grandes cadenas de noticias que poseen sitios en internet, así como los canales televisivos que operan en idioma ruso, parecen ser el blanco de las nuevas restricciones a la libertad de prensa, que persiguen evitar la difusión de material que pueda incomodar o perjudicar al gobierno.
Las autoridades rusas hacen gala de una muy amplia discrecionalidad en la interpretación de los casos específicos, al castigar de manera selectiva a periodistas y opositores cada vez que pueden. Entre ellos, no podemos dejar de mencionar al principal líder opositor ruso, Alexei Navalny. Los efectos disuasivos de las decisiones gubernamentales conforman en realidad otra forma de censura previa que restringe cada vez más gravemente la libertad de opinión y de prensa.