Putin se alía con Corea del Norte
MADRID.- El resultado de la visita de Vladimir Putin a Corea del Norte supone un peligroso salto cualitativo no solo en el escenario de la guerra de Rusia contra Ucrania, sino en la capacidad nuclear del régimen de Kim Jong-un y en su potencial para desestabilizar el complicado equilibrio estratégico en la región de Asia-Pacífico.
Putin y Kim Jong-un anunciaron un acuerdo de asociación estratégica que va mucho más allá de la retórica habitual porque afecta seriamente al tablero global nuclear.
En primer lugar, porque entierra definitivamente los esfuerzos multilaterales por intentar contener la carrera nuclear de Pyongyang. Se estima que en la actualidad posee entre 50 y 60 cabezas nucleares.
Putin será el responsable de multiplicar la capacidad ofensiva nuclear de un régimen que durante décadas ha demostrado nulo respeto por la prudencia al realizar, por ejemplo, numerosos lanzamientos de prueba que han sobrevolado territorio japonés. A cambio, el régimen ruso avanza en lo que ya era un secreto a voces: que Pyongyang ha asumido el papel de polvorín en la reserva desde el que Moscú recibe armamento con destino al frente de Ucrania.
Una vez más, el mandatario ruso demuestra irresponsablemente que no tiene reparo en llevar a territorio desconocido la estabilidad internacional.