Pedofilia: espeluznante manual
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Mediante la utilización de un software CPS (Child Protection System) suministrado por una institución dedicada al rescate de niños con sede en los Estados Unidos, se abrió una investigación a requerimiento del Departamento de Delitos Conexos a la Trata de Persona, Material de Abuso Sexual Infantil y Grooming de la Procuración General. Se identificó así una dirección IP registrada en la localidad de Ituzaingó, provincia de Buenos Aires, desde la cual se habían descargado y compartido unos 110.000 archivos de imágenes y videos de abuso sexual infantil. El megaoperativo con intervención de agentes de Interpol Argentina de la Policía Federal se conoció como Cisne Negro.
En el lugar allanado se secuestraron dispositivos electrónicos, aparatos sexuales y muñecos de bebés utilizados por el que se considera el mayor distribuidor de material de este tipo en el país: un hombre de 35 años que vivía junto a su madre. Al momento de realizarse el allanamiento, el acusado, de profesión técnico informático, sorprendido en flagrancia, leía en la pantalla de una PC el “manual del abusador”, un documento de diez páginas con técnicas instructivas para acercarse a los menores en el ciberespacio con el fin de filmarlos para compartir las imágenes en internet.
A partir de las pruebas recolectadas al hombre detenido –que se negó a declarar– se le imputará el delito de “distribución de imágenes de abuso infantil”, por el que le correspondería una pena de entre uno y seis años de prisión.
El año pasado, a partir del testimonio de más de 5000 jóvenes de todo el país, un informe de Grooming Argentina reportaba que es a través de la aplicación más utilizada, WhatsApp, que seis de cada diez jóvenes establecen contacto con alguien desconocido y que dos de cada tres de estas conversaciones son sexualizadas. A una de cada cuatro se les pedirán fotos sin ropas. También se repiten los casos de aquellos menores de edad agregados sin su consentimiento a multitudinarios grupos de WhatsApp que se verán inundados de imágenes y videos sexuales de adultos, pero también de niños y adolescentes, materiales que claramente no están preparados para ver, traumáticos y violentos.
Con el tiempo que la virtualidad ocupa en las vidas de niños y jóvenes cada vez más tempranamente, su impacto es enorme y el rol de los padres generando espacios de diálogo y supervisando la vida digital de sus hijos es clave. Abrir las conversaciones a estos temas desde antes de la adolescencia, dejando de lado los retos y estableciendo canales de diálogo sobre los riesgos y peligros, sin asustarlos, contribuirá a que recurran en busca de ayuda cuando la necesiten.
El grooming es el acoso sexual a niños y adolescentes a través de medios digitales, una modalidad de abuso sin contacto físico que constituye un delito. Es tarea de todos combatirlo y denunciarlo.