¿Otra vez Biden o Trump?
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El 5 de noviembre próximo se llevarán a cabo elecciones presidenciales y legislativas en Estados Unidos. Según diversos sondeos, el actual presidente, Joe Biden, y el exmandatario Donald Trump volverían a competir por la presidencia como lo hicieron hace cuatro años, esta vez en un contexto completamente distinto y con nuevas resistencias.
Las recientes victorias de Trump en las elecciones primarias de Iowa y New Hampshire lo convierten prácticamente en el virtual candidato presidencial por el Partido Republicano. Ningún postulante republicano luego de ganar los dos primeros Estados perdió luego la nominación presidencial. Sin embargo, los resultados de New Hampshire dejaron varios motivos de preocupación para el expresidente.
La mitad del electorado que votó en la primaria estuvo integrado por independientes, estudiantes universitarios y ciudadanos de altos ingresos, que, en su mayoría, votaron por Nikki Haley, no por Trump, lo que deja en evidencia las dificultades que ha tenido para conservar a los electores que, en cierta época, constituyeron la base de su partido.
Los problemas de Trump vienen de tiempo atrás. Cuando tomó el control del Partido Republicano en 2016, alejó a los independientes y a los moderados y no hay ninguna señal de que haya encontrado la manera de volver a atraerlos.
El expresidente enfrenta serias acusaciones que van desde el intento de alterar el resultado de las elecciones 2020 en Georgia, hasta la apropiación de documentos confidenciales que se llevó a su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, pasando por la falsificación de registros comerciales de la Organización Trump. Un total de 91 causas judiciales.
Biden tampoco tiene el triunfo garantizado. Cuenta con la aprobación más baja para un mandatario que va en busca de su reelección desde la posguerra y, además de las dudas por su edad avanzada y la falta de entusiasmo por la economía, debe sortear una creciente oposición por su respaldo a Israel en la guerra con Hamas en la Franja de Gaza.
Su campaña para un segundo mandato consecutivo parece centrada en decir que él no es Trump, en tanto sus votantes reclaman saber qué hará en caso de conservar el poder por cuatro años más. Ha retratado al expresidente como un dictador y una amenaza para la democracia y sostiene que el magnate republicano está obsesionado con las represalias, mientras que él es el único que puede vencerlo y salvar las instituciones de Estados Unidos.
Sus asesores de campaña planean presentar a Trump como una amenaza mortal para el gobierno y la sociedad civil estadounidenses y apuestan a que los temores por la posibilidad de otra gestión del expresidente pesen más que las preocupaciones sobre la edad y la vitalidad del actual mandatario.
Según una reciente encuesta, el 75% de los estadounidenses piensa que Biden no debería volver a postularse para presidente y el 69% cree que Trump tampoco debería hacerlo. A pesar de ello, todo parece indicar que los dos candidatos de 2020 volverán a medir sus fuerzas nuevamente.
Una competencia entre ambos agudizará el proceso de polarización partidista que ha dominado al país en los últimos años, debilitando los vínculos políticos y sociales, y haciendo que la democracia norteamericana se torne disfuncional.