Otra mujer asesinada en Irak
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El conservador y patriarcal régimen iraquí no deja de conmover a la opinión pública mundial por la manera en que las mujeres sufren allí opresión y castigo. En pleno siglo XXI, las libertades se mantienen notoria y peligrosamente restringidas para quienes osen contrariar las tradiciones.
En estos días, se conoció el asesinato de una famosa tiktokera, Om Fahad, que había ganado notoriedad bailando con ropa ajustada al son de músicas típicas locales. El Ministerio del Interior iraquí cuenta con un escuadrón que rastrea en redes y plataformas todo aquel material que pueda considerar contrario a las costumbres y tradiciones nacionales más atávicas. Además, incita a la población a denunciar toda expresión en este sentido, incluso aquellas que pueden ser consideradas humorísticas o satíricas, limpiando las redes de estos contenidos.
En febrero de 2023, Fahad había sido condenada a seis meses de prisión por un tribunal correccional, acusada de “publicar videos de contenidos indecentes que atentaban contra la moral y las costumbres públicas”. Hoy ya no está; otro ejemplo de un modelo violento y aterrador que ya se ha cobrado numerosas vidas como las de Suad al Ali, activista por los derechos humanos y directora de la organización Al Uid Alaiami, y Tara Farès, influencer y modelo, asesinadas a sangre fría en Basora y Bagdad, respectivamente, en 2018.
Un asaltante aún no identificado bajó de una moto, fingió estar haciendo un reparto de comida y disparó a Om Fahad mientras estaba estacionada en una calle céntrica de Bagdad. La secuencia quedó registrada por cámaras de seguridad. Organismos de derechos humanos denuncian con preocupación este nuevo y luctuoso episodio que ya poco sorprende y que vuelve a concitar el repudio del mundo civilizado.