Obama reelecto
Barack Obama ha sido reelegido como presidente de los Estados Unidos, con un margen amplio y en elecciones impecables. Ahora deberá gobernar con el Senado controlado por su partido y con la Cámara de Diputados, en cambio, en manos de los republicanos, un escenario de equilibrio relativo de fuerzas, normal en una democracia.
Las dos minorías más grandes, la negra y la latina, esta vez se inclinaron ampliamente por otorgar a Obama la oportunidad de un segundo mandato. Con una tan cambiante realidad demográfica como la norteamericana, hoy se hace difícil imponerse en unas elecciones presidenciales sin contar con el apoyo de esas minorías. Así ocurrió, pese a las altas tasas de desocupación y a los números de una economía que recién ahora parecería haber comenzado a despertarse.
Algunas de las urgencias inmediatas son, para Obama, absolutamente impostergables, particularmente en materia fiscal e impositiva. Para ello deberá consensuar con la oposición cómo recortar el gasto público y definir una política fiscal prudente y adecuada a las circunstancias. Esto último incluye el tratamiento del vencimiento de los beneficios tributarios para los ciudadanos de mayores ingresos que fue dispuesto en su momento por George W. Bush, y el alto costo de algunos de los programas existentes en el capítulo de la salud.
Pese a que no es imposible que haya un cambio en la persona que ocupa la cartera de política exterior, Hillary Clinton, no se esperan mayores novedades; esto incluye la relación con América latina, que hasta ahora no ha estado entre las prioridades más significativas de la administración Obama.
Para los republicanos, la derrota electoral ha sido un nuevo trago amargo. El partido deberá ajustar su discurso y rediseñar sus estrategias, de manera de poder atraer no sólo a los ciudadanos más conservadores. Deberán prestar también una especial atención a las mujeres, que se inclinaron mayoritariamente por Obama, y las minorías ya mencionadas. El liderazgo republicano podría quedar en manos de John Boehner, que preside la Cámara baja; Paul Ryan, reciente candidato a vicepresidente y una estrella en ascenso dentro del partido opositor, o Mitch McConnell, que preside la minoría en el Senado. Otros posibles candidatos son el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie; el senador Marco Rubio, del estado de Florida, y Jeb Bush, el menor de los hermanos de esa familia.
El nuevo mandato de Obama se inicia entonces sin demasiadas incógnitas. Pese a la mejoría de la economía norteamericana, el ajuste que ella necesita sin demoras, particularmente en lo que a la deuda pública se refiere, puede resultar difícil de lograr. El anuncio de ambos partidos en el sentido de que es hora de buscar consensos, crea, dentro y fuera de los Estados Unidos, una cuota de optimismo pese a lo complejo de la situación por resolver.