Nuevas tensiones entre China y la India
Medio siglo llevan ya China y la India, las dos naciones que congregan el 40% de la población total de la Tierra, tratando de definir con precisión la traza de la larga frontera de facto compartida a lo largo de 3400 kilómetros. Se trata, además, de dos países que, militarmente, son potencias nucleares.
Por la fragilidad fronteriza, de tanto en tanto, sus fuerzas armadas protagonizan incidentes que hasta ahora han sido, salvo alguna excepción, más bien menores. Esto sucede particularmente en torno al Himalaya y ha sido así desde hace ya 45 años, ininterrumpidamente, sin que por ello se disparara un solo tiro.
No obstante, acaba de producirse un episodio de violencia inusitada entre las Fuerzas Armadas de ambas naciones. En un hecho extraordinario, a puñetazos, empujones, pedradas y golpes asestados con cachiporras de madera, 20 soldados indios murieron en tanto que se desconoce el número de bajas entre la tropa china. El escenario fue el Valle de Galwan, en la zona montañosa de altura de Ladakh.
El combate se habría originado en la fuerte expansión de la infraestructura de caminos de acceso edificada recientemente desde la India hacia la región en disputa, así como por la reactivación de una base aérea india que estuvo cerrada desde 2008.
Varias reuniones diplomáticas entre representantes de ambas naciones, tan inmediatas como eficaces, lograron disminuir el nivel de tensión entre las dos partes. Lo cierto es que los jefes de gobierno de ambos países, Xi Jinping y Narendra Modi, son claramente nacionalistas, motivo por el cual las pretensiones y los reclamos territoriales son cuestiones prioritarias que cargan con una retórica agresiva, particularmente para sus connacionales.
China, cabe agregar, ha estado avanzando agresivamente en sus distintos reclamos territoriales. Esto ocurre hoy no solo en su frontera con la India, sino también en el Mar de China, en Hong Kong, y en Taiwán. China ha movilizado para ello sus tropas y ocupado rincones despoblados, alterando así, en los hechos, los que fueran largos momentos de preservación del statu quo.
Curiosamente, a lo largo de las últimas dos décadas, el comercio bilateral entre China y la India creció más de 70 veces. China es hoy el socio comercial más importante de la India. Y los estudiantes chinos frecuentan, cada vez más, el sistema universitario chino.
Luego de este último violento incidente, la India probablemente se incline en términos geopolíticos hacia el cuarteto de naciones que hoy conforma con los EE.UU., Japón y Australia, país este último que, como consecuencia del cuestionado manejo chino de la pandemia por coronavirus, tensionó también su relación bilateral con Pekín.
Mientras tanto, y siempre en el plano de la geopolítica, China se ha acercado mucho a Pakistán, Sri Lanka, Myanmar y Nepal, en busca de consolidar su pretendida posición hegemónica en el liderazgo regional.
Es de esperar que el citado ataque no constituya un punto de inflexión en las negociaciones diplomáticas en torno a los territorios en disputa entre dos potencias que, hasta aquí, supieron dejar atrás la guerra sangrienta que las enfrentó en 1962.