Nueva etapa en Ecuador
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Con un gabinete liderado por mujeres, el nuevo presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, un experimentado y respetado político de centro, tiene ya en sus manos el timón del Poder Ejecutivo de su país. Se impuso en la segunda vuelta de una elección nacional inusualmente concurrida, en la que compitieron nada menos que 16 diferentes binomios, con un amplio espectro de opciones políticas. El izquierdista Rafael Correa fue el gran derrotado luego de que su candidato, Andrés Arauz, perdiera frente a Lasso en la segunda vuelta.
Luego de haber competido tres veces por ella, derrotado por el ahora exiliado Rafael Correa en 2013 y por Lenín Moreno en 2017, el flamante mandatario llegó a la presidencia de su país con 65 años de edad. De origen humilde, Lasso es un empresario considerado prudente y exitoso. Su gestión de gobierno, sin embargo, no será sencilla puesto que no controla al Poder Legislativo, dominado por las fuerzas de oposición.
Tras el duro golpe económico y social producido por la pandemia del coronavirus, Ecuador está creciendo. Pero por ahora tan solo a un ritmo del 3,5% anual de su PBI. Para acelerar el proceso de desarrollo de su país, Lasso ha anunciado que promoverá intensamente al sector de los hidrocarburos, atrayendo la inversión externa, así como al agro.
Ha comprometido también su esfuerzo para desterrar la violencia contra las mujeres, como así también los actos de corrupción.
Al inicio de su gestión, su gobierno cuenta con el apoyo financiero del FMI, que ha prestado a Ecuador unos 7500 millones de dólares, así como con la renovada confianza de la comunidad inversora, que coincide con él en la orientación económica general a imprimirle a la gestión.
La asunción de Lasso contó con la presencia destacada y el respaldo público del actual gobierno brasileño. En cambio, el presidente Alberto Fernández no creyó importante asistir a la toma de posesión del nuevo presidente de Ecuador, con cuyas ideas y propuestas políticas ciertamente no se identifica. Marcó así, una vez más, distancia de su par brasileño.