Mozarteum: 70 años de pasión
- 2 minutos de lectura'
Cuando en 1952 un grupo de músicos e investigadores presentaba en Salzburgo un proyecto centrado en la difusión y estudio de la obra menos conocida de Mozart, el Mozarteum Argentino empezaba a vibrar. Lo que se inició tímidamente en las casas particulares de aquellos entusiastas melómanos fue tomando forma y cobrando impulso bajo la guía de Jeannette Arata de Erize, su presidenta desde 1955, y un valioso equipo de eximios colaboradores como Gisela Timmerman, quien hoy continúa en la dirección ejecutiva junto a Luis Alberto Erize, el actual presidente.
Debieron transcurrir aquellos primeros y exitosos años en ámbitos privados antes de que los conciertos se volcaran a los museos de Buenos Aires En 1960, la contratación del fulgurante director Igor Stravinsky inició una nueva etapa en el Teatro Colón. Figuras de primer nivel poblaron los prestigiosos programas que, año tras año, la institución ofrece a sus socios.
Conciertos masivos al aire libre, como el de Zubin Mehta y la Filarmónica de Nueva York en 1987, movilizaron a más de cien mil personas en la avenida 9 de Julio. Un capítulo aparte merecen los tradicionales Conciertos del Mediodía que, con entrada gratuita, llegaron al gran público desde 1959, y que este año se realizarán en el CCK. Actividades de formación y estudio, becas a nóveles intérprete y presencia de artistas argentinos en el atelier parisino de la institución han sido solo algunas de las lúcidas y valiosas acciones que encaró el Mozarteum para promover la música, desplegando también su espíritu federal desde las diferentes filiales provinciales.
Desde ayer, el impasse impuesto por la pandemia quedó atrás con el lanzamiento de la nueva temporada del Mozarteum y el inicio de las celebraciones por el 70° aniversario de la querida institución que ha ofrecido unas 4500 funciones a más de 5 millones de argentinos. El telón se descorrió una vez más para dar paso a una melodía que ha sabido acompañar lo mejor de la cultura nacional. Un bien ganado prestigio internacional y una sólida trayectoria nos mueven a aplaudir y exclamar entusiastas y agradecidos: ¡Bravo, Mozarteum!