Motos: siniestralidad creciente
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Sabido es que los accidentes de tránsito son, junto con la violencia, la cuarta causal de muertes en la Argentina. La Agencia Nacional de Seguridad Vial reportó preliminarmente 3828 víctimas mortales durante 2022, mientras que la ONG Luchemos por la Vida contabilizó 6184, cifra que incluye también a los fallecidos dentro de los 30 días siguientes. Las estadísticas revelan que en un 89,5% de los casos, el origen se encuentra en errores humanos.
Entre las causas, el uso del teléfono celular y el consumo de alcohol son las más destacadas. En uno de cada cuatro accidentes, hay presencia de alcohol.
Las motocicletas son los vehículos que más fallecimientos producen: sobre un total de 10 personas muertas al día por siniestros viales, cuatro son de ocupantes de motos. Si se tiene en cuenta, además, que en 2022 la venta de motos superó a la de automóviles, podremos ponderar la gravedad del cuadro.
En tiempos de caída del poder adquisitivo, unas 440.000 motos se patentaron en 2022, con un aumento del 12,1% interanual, favorecido por el acceso a créditos para la compra. En el marco de una extendida inseguridad, a la presencia de motochorros se suma también el aumento de los robos de unidades. En 2022 fueron sustraídas unas 25 mil motos, un aumento del 47% en los últimos cinco años según las aseguradoras, movilizando a protestar a nutridas huestes de Motociclistas Agrupados que exigen políticas efectivas de seguridad cuando muchos han perdido la vida en ataques con fines de robo. No solo se roban las unidades enteras, sino también plásticos y protecciones de estos vehículos de menor rodado, piezas de probada utilidad cuya ausencia aumenta el riesgo de los motociclistas en accidentes.
El 30% de los siniestros totales ocurren en la provincia de Buenos Aires. Las provincias con la mayor incidencia de accidentes de motos son Santiago del Estero (75%) y Chaco (73%), seguidas por Formosa y Tucumán (67%).
La falta de los elementos de seguridad exigidos a quienes conducen motos –luces, chaleco refractario y casco– constituyen factores claramente predisponentes. Desde Luchemos por la Vida (www.luchemos.org.ar) destacan que los motociclistas que usan casco tienen un 73% menos de mortalidad y un 85% menos de riesgo de lesiones graves. “Cuidate, vos que tenés cerebro usá casco”, proclaman en los medios con su campaña y difunden el video educativo “Casco en moto, ¿para qué?” (youtube.com/watch?v=Vt6sN8MLe7w).
Unas 2700 vidas podrían salvarse anualmente si quienes circulan en motos y ciclomotores utilizaran cascos homologados. Por eso es preciso realizar más campañas de educación y concientización para evitar tantos luctuosos hechos.