Más pan y circo santiagueño
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Semanas atrás coincidieron dos espectáculos en Santiago del Estero. Uno de ellos, en el faraónico estadio Madre de Ciudades. Inaugurado en 2021, fue levantado con el aporte de los impuestos que se recaudan, en su mayor parte, en Buenos Aires. Basta recordar que esa provincia financia el 89% de su presupuesto con fondos nacionales, que se suman a transferencias discrecionales, planes sociales y pensiones por invalidez que son brindadas a un número exageradamente alto de habitantes del distrito.
La selección nacional campeona del mundo disputó un partido en dicho estadio, invitada por el presidente de la AFA, de vínculos estrechos con el gobernador de la provincia, Gerardo Zamora.
Este espectáculo fue seguido por otro en el autódromo de Termas de Río Hondo, circuito que sirvió de pretexto para construir un aeropuerto aun habiendo otros a poca distancia de las ciudades de Santiago del Estero y San Miguel de Tucumán, por lo que su movimiento de aviones es escaso. Lindero al autódromo se encuentra un campo de golf construido por la dispendiosa provincia, como así también un hotel, a pesar de que la turística localidad de Termas cuenta con numerosos establecimientos de ese tipo.
Todo esto sucede en una provincia en la que el presidente del superior tribunal está acusado de usurpar una propiedad rural, algo que no debiera sorprender cuando incluso un exministro de Justicia ha sido denunciado por repetidos hechos de ese tipo, mientras otro exintegrante de dicho tribunal superior permanecía en el cargo a pesar de su procesamiento por corrupción. No estaría de más aclarar que la Justicia provincial no investiga ni las irregularidades ni los sospechosos hechos de sangre en un entorno de intensa actividad narco que se pavonea por los cielos y las rutas provinciales.
Cabe preguntarse qué provincia con oportunidades para el mejoramiento del nivel de vida de su pueblo sería Santiago del Estero si esos esfuerzos se dedicaran a terminar con el desastre educativo provincial. Con los peores índices nacionales, en especial en las escuelas de gestión estatal, tanto en cantidad de graduados como en conocimientos sobre lenguaje, interpretación de textos o matemática. La desastrosa gestión del zamorismo, en la nefasta senda de sus antecesores, condena a la mayoría del pueblo santiagueño a permanecer en la pobreza y al margen de las transformaciones que la revolución digital conlleva para la economía y la vida de las personas.
Cuánto mejoraría la vida de los santiagueños con la extensión de los servicios de agua potable y cloacas a toda la población, contemplando soluciones para los que viven en parajes aislados, poniendo al alcance de todos mayores posibilidades de prevención en salud pública que redujeran los índices de mortalidad infantil.
Qué provincia podría ser con instituciones que garanticen los derechos, las libertades, la vida y las propiedades de sus habitantes -con cada vez mayor número de usurpaciones- y de quienes invierten en su desarrollo.
El problema de los que se perpetúan en el poder, en estos regímenes de autocracias electivas, es que convenientemente confunden sus caprichos personales con las políticas públicas, en vez de atender a la solución de los problemas que afectan el progreso social de la población.
Pan y circo es una fórmula milenaria, en un vergonzoso afán por mantenerse y perpetuarse en el poder lo más posible.