Más donantes para salvar vidas
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Hoy es el Día Nacional de la Donación de Órganos. También podríamos llamarlo el Día de las Segundas Oportunidades. Hay muchas personas que dependen de recibir un órgano para sobrevivir. Por eso, una vez más, nos referimos a la donación de órganos. No creamos, ni por un segundo, que podemos distraernos de un tema tan vital en el sentido más estricto de la palabra. Los órganos de un donante pueden salvar a siete personas y, de tejidos, hasta a 75; una amorosa matemática que promueve milagrosos resultados.
Cada minuto cuenta y son más de 7000 las personas que esperan con desesperación, valga el juego de palabras, acceder a un órgano.
Si conseguir donantes adultos es difícil, mucho más lo es cuando quienes esperan un trasplante son pequeños. En lo que va del año, 93 pacientes menores de 18 años recibieron un trasplante. Hoy hay 175 en lista de espera del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai). ¿Quién puede resistirse al clamor de un niño de dos años como Tomi, que lleva meses de pedir un riñón nuevo para poder jugar?. ¿O de Vicente con cinco años aguardando un hígado? (@todosporvicen). Una beba pequeña partió en estos días porque su corazón no resistió más esperas.
En 2000 se realizaba el primer trasplante cardíaco pediátrico en el Hospital Garrahan, orgullo del sistema público de salud. El 2 de mayo pasado, un niño de 8 años se convirtió en el trasplantado número 100. En este centro de alta complejidad con abordaje multidisciplinario, el primero en alcanzar esta cifra en pediatría, se realizan el 52% de los trasplantes cardíacos a niños y adolescentes de la Argentina. Siempre hay cosas buenas para celebrar. Claro que se necesitan corazones, en sentido figurado, pero sobre todo literal. Que nuestros seres queridos sepan que si algo nos pasa queremos ser donantes de órganos; liberémoslos de esa decisión. Y rindamos homenaje a las familias donantes que permiten salvar vidas y a quienes donaron en vida.
Si cada uno de nosotros pudiera destinar un ratito de tiempo a la donación de sangre y de médula ósea, si le pusiéramos más voluntad y disposición a la donación de órganos generando socialmente un mayor grado de conciencia, podríamos salvar muchas más vidas. ¿Hay algo más valioso?