Los desafíos de Joe Biden
Luego de cinco días de escrutinios y polémicas, y tras haber logrado nueve votos más que los 270 necesarios para obtener la victoria en el colegio electoral, Joe Biden se proclamó presidente electo de los Estados Unidos. Su vencido, Donald Trump, se ha mostrado reacio a aceptar los resultados, en una disputa que podría escalar hasta la Corte Suprema.
Es la primera vez que un presidente estadounidense no reconoce su derrota electoral y manifiesta su desconfianza hacia el sistema electoral de su país, incluso empleando el término "fraude" para referirse a los resultados, provocando que importantes figuras de su propio partido tomaran distancia, a sabiendas de que no hay evidencia que sustente los reclamos.
La fórmula ganadora, integrada por Joe Biden y Kamala Harris, la primera mujer que ocupará la vicepresidencia de ese país, tendrá que asumir la titánica tarea de recomponer los caminos democráticos y reparar institucionalmente a una sociedad profundamente dividida, tal como quedó demostrado por los resultados de la contienda electoral.
Sin duda fue una elección histórica, ya que se batieron todos los récords de participación ciudadana, con más de 100 millones de votos anticipados por correo sobre un total de 155 millones, pero que a la vez demostró niveles extremos de polarización difíciles de superar en lo inmediato. Si bien a Biden lo respaldaron casi 75 millones de personas, otros 70 millones le dieron la espalda.
Biden deberá "sanar las heridas" en un país profundamente dividido y tendrá que demostrarles a los votantes de Trump que es también su presidente, compromiso que asumió en su primer discurso como mandatario electo. La tarea no será fácil con tantos millones de votantes que seguirán creyendo en Trump.
El presidente electo también enfrenta el desafío que impone la pandemia del Covid-19, pésimamente manejada por Trump, y que ha ocasionado en el país del norte más de 10 millones de personas contagiadas y más de 240.000 muertes, anunciando que lo hará "rápido y con agresividad", promoviendo el uso de los barbijos y garantizando acceso gratuito a los tests.
Para ello anticipó que nombrará a los diez mejores científicos para sumarlos a su grupo de trabajo Covid-19, cuya finalidad es buscar controlar la pandemia. Sobre el particular, Biden manifestó que no escatimará ningún esfuerzo ni ningún compromiso para mejorar la actual situación sanitaria, lo cual incluye restablecer la relación con la Organización Mundial de la Salud.
No menos importantes serán las acciones tendientes a reinsertar al país dentro de los acuerdos sobre el cambio climático y de aquellos otros tratados y convenios de los que EE.UU. salió y que el nuevo gobierno quiera retomar. También lo serán los actos tendientes a recuperar el liderazgo mundial en lo económico, dejando de lado las fuertes rispideces generadas en materia comercial con otros países del mundo y prometiendo una interlocución más abierta y favorable al multilateralismo.
La ciudadanía estadounidense y el mundo entero esperan una nueva manera de gobernar de la mano de Joe Biden y Kamala Harris con un regreso a la normalidad institucional. Como afirmó el presidente electo, "la democracia late en lo profundo del corazón de los EE.UU.".