Las personas con síndrome de Down
- 3 minutos de lectura'
El 21 de marzo ha quedado instituido universalmente como el Día Mundial de las Personas con Síndrome de Down (S de D). Fue el doctor Down precisamente quien individualizó la trisomía en el par 21, una característica que afecta a muchas personas que hoy alcanzan resultados impensados en el pasado: nadadores, jugadores de rugby, abogados, artistas cinematográficos y teatrales, músicos, y así adelante. Aun siendo tan emblemáticos estos logros, ninguno resulta tan valioso como la plenitud humana esencial desplegada que gran parte de la población del país sabe hoy reconocer.
Las campañas de la Asociación Síndrome de Down República Argentina (ASDRA), son en gran parte responsables de estos indiscutidos avances.
La nefasta carga que una expresión descalificante tan reiteradamente utilizada en el pasado como “mogólico” ha finalmente desaparecido del repertorio de epítetos denigrantes. La integración escolar, aún en proceso pero mucho más ampliamente desarrollada, reveló cómo estos maestros del amor tenían mucho que enseñar a sus compañeros de aula. Ya no sucederá lo que les ocurriera a algunos padres que al querer integrar a sus hijos a la enseñanza primaria, fueron increpados con un violento “¿contagia?”, cuando no con un “¿no nos va a bajar el nivel del curso?” o se toparon, sencillamente, con el rechazo a la posibilidad de inscribirla.
Hoy podemos observar a jóvenes con S de D tomando un refrigerio en una vereda, charlando animadamente, pagando la cuenta con su tarjeta de crédito, sin tutelas de ningún tipo. Una escena ciertamente estimulante que refleja los avances que celebramos.
Sin embargo, todavía falta mucho camino por recorrer; por eso es bueno que se los recuerde en su día.
Es importante difundir que el gobierno nacional no cumple acabadamente con la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas –Primer Tratado de Derechos Humanos del Siglo XXI–, en cuyo artículo 25° se expresa: ‘Los Estados Partes reconocen que las personas con discapacidad tienen derecho a gozar del más alto nivel posible de salud sin discriminación por motivos de discapacidad”. Así, se exigió al director ejecutivo de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Fernando Galarraga, que tomara nota de lo expresado al Ministerio de Salud de la Nación en el “Plan Estratégico para la vacunación contra la Covid-19 en la Argentina”, pues no incluye ninguna mención específica respecto de la población con discapacidad, en un claro incumplimiento de la mencionada convención internacional.
Las personas con discapacidad merecen ocupar los primeros puestos, detrás de los agentes de salud, para quedar protegidos por las vacunas, puesto que las personas con síndrome de Down, particularmente las mayores de 40 años y las más jóvenes con comorbilidades importantes, corren un mayor riesgo de mortalidad o de tener complicaciones graves tras la infección con coronavirus. Desde luego que no deberán sufrir ningún tipo de discriminación debido a su situación.