Las Fuerzas Armadas y su insustituible aporte
Ante la pandemia que acosa al mundo, los hombres y mujeres de armas están haciendo honor a su juramento de servir a la patria con vocación inclaudicable
Frente a la emergencia sanitaria que plantea el avance del coronavirus en nuestro suelo, el ministro de Defensa, Agustín Rossi, siguiendo las instrucciones impartidas por el presidente Alberto Fernández, y en coordinación con el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, ha anunciado que 90.000 hombres y mujeres que integran las fuerzas están alistados para cuando sean requeridos.
Se han activado más de una decena de comandos conjuntos de zonas de emergencia y fuerzas de tareas en todo el país para llevar adelante trabajos de asistencia humanitaria y de protección civil que contribuyan a superar las dificultades que plantea la pandemia.
En las adyacencias del Hospital Militar de Campo de Mayo, y a todo vapor, se llevan a cabo trabajos para finalizar el hospital militar reubicable con capacidad para varias decenas de camas y capaz de operar de manera independiente. Se lo está reacondicionando y adaptando para que atienda en exclusividad a pacientes con patologías de insuficiencia respiratoria, ante el previsible aumento de casos críticos en el pico de la epidemia. Este hospital se suma así a los demás nosocomios militares distribuidos en el país, como el Hospital Militar Central, el Hospital Naval, el Hospital Aeronáutico de Pompeya, el Hospital Militar de Córdoba, el de Bahía Blanca, el de Mendoza, el de Paraná, el de Curuzú Cuatiá, el de Río Gallegos, el de Comodoro Rivadavia y el de Salta. Cada uno, en función de sus capacidades, se ha preparado para servir de apoyo a las autoridades sanitarias de cada lugar cuando sea necesario. También se reacondicionó un inmueble vecino al Hospital Municipal Guillermo Hernández, de Punta Indio, dotándolo de un adicional de 60 camas.
No hay dependencia que no haya sido convocada. La sastrería militar, por caso, recibió indicación de discontinuar toda su línea de producción habitual para reorientar la labor a la producción de barbijos, cofias, camisolines, sábanas y demás elementos de alta demanda en estas circunstancias. El Laboratorio Farmacéutico Militar, por su parte, produce activamente alcohol en gel, entre otros productos, que incluyen repelente contra el dengue.
Aviones Hércules de la Fuerza Aérea fueron puestos al servicio de la repatriación de argentinos varados en Perú, mientras que helicópteros de esa fuerza y del Ejército patrullan incesantemente desde el aire Buenos Aires.
Se han creado centros de distribución logística, como el instalado en la cancha del Club Quilmes, desde los que se reparte actualmente ayuda a la población más carenciada con las clásicas cocinas rodantes, que llegan a lugares inaccesibles con un plato de comida caliente, o brindando colaboración a las autoridades municipales en los muchos comedores comunitarios que funcionan en el partido. También en el área de Materiales Quilmes la Fuerza Aérea prevé montar un hospital de campaña.
El desafío es enorme. El aporte que pueden realizar las FF.AA. es insustituible. Como sociedad, las dramáticas horas que transitamos nos recuerdan la importancia de trabajar unidos. No hay lugar para viejos rencores ni recriminaciones. Ante la pandemia que asuela al mundo, los hombres de armas hacen honor al juramento prestado de servir a la patria con una vocación inclaudicable. "Esto nos hace sentir orgullosos de ser militares, de ser argentinos y de estar con la población en el lugar donde más nos necesitan", declaró el oficial Ezequiel Salinas, a cargo de un grupo de efectivos que realizan tareas en la Guarnición Militar Buenos Aires.
Nuestras Fuerzas Armadas han sufrido años de recortes presupuestarios de todo tipo, más ligados a posturas ideológicas que a decisiones estratégicas. Una vez más, su vocación de servicio y su amor por la patria les permiten sobreponerse a la indiferencia y al olvido al que muchos ciudadanos los han relegado. Cumplen con su deber. Están donde deben estar, haciendo lo que deben hacer, en cumplimiento de órdenes emanadas de sus superiores en un sistema democrático que hoy debe celebrar, acompañar y agradecer su activa y comprometida inserción.