La tenencia de armas
QUITO.- El anuncio del presidente de la república, Guillermo Lasso, de la libre tenencia y porte de armas de fuego como manera para combatir la inseguridad en el país causó una lógica controversia.
Por una parte, están aquellos que creen y proclaman que solo así podrán proteger a sus familiares; otros lo ven más bien como un peligro latente y que la violencia podría subir de nivel, bajo la presunción de que los ecuatorianos no estamos preparados para tener armas, incluso a pesar de las pruebas que se deben pasar para portarlas.
La libre tenencia de armas es algo por lo que ha clamado una buena parte de la sociedad para enfrentar la inseguridad. La pregunta por responderse es si esto realmente es así. No hay pruebas ni experiencias de que así ocurra en otros lados del mundo. Estados Unidos es el país en donde la tenencia de armas de fuego es un asunto constitucional. Sin embargo, también es el lugar con más muertes por el acceso y su uso indiscriminado. Y hay una constante lucha por más medidas por sus restricciones. Hay que reconocer que su origen es muy diferente al que se está planteando en Ecuador.
Combatir de este modo a la delincuencia será algo simplemente circunstancial y esta crisis es estructural. Pero detrás de esta idea de que el porte ciudadano de armas podrá frenarla está también el reconocimiento de que el Estado ha fallado en su tarea de brindar la seguridad. Las fuerzas del orden son las llamadas a ello. De algún modo es la declaración de una derrota.