La masacre de Wilde
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En enero de 1994, un grupo armado de 11 miembros de la entonces Brigada de Investigaciones de Lanús confundió con delincuentes a cinco inocentes desarmados que se trasladaban en un vehículo y les tendió una emboscada en la que les dispararon más de 200 proyectiles. El episodio se conoció como “la masacre de Wilde”.
Ante la gravedad de los hechos, los miembros de la brigada desplegaron una ardua tarea de ocultamiento buscando confundir a las autoridades judiciales. Juntaron los casquillos de pistolas y ametralladoras usadas, pretendieron colocar armas en las manos de los muertos y ocultaron a los autores materiales, permitiendo que algunos de ellos permanecieran prófugos por años.
Al momento del despiadado hecho, la citada brigada estaba operativamente a cargo de Juan José Ribelli, quien eludió las investigaciones argumentando que se encontraba fuera del país en esos momentos. Se trata del mismo Ribelli ligado a la causa AMIA, en la que fue absuelto. Casualmente, muchos de quienes fueron investigados en el caso AMIA aparecen también imputados en la masacre de Wilde.
Roberto Oscar Mantel, vinculado con la creación de la falsa pista de los “carapintadas” en la causa AMIA, es uno de ellos. Otros dos imputados en la masacre, Julio Gatto y Marcelo Valenga –manos derechas de Ribelli–, también aportaron falsos indicios en la causa AMIA en relación con camionetas Trafic, implicando a un policía de otra brigada en la provisión de la camioneta para liberar así a Carlos Telleldín y evitar que se ventilaran las relaciones de este con Ribelli. Era moneda común que se brindara apoyo e impunidad a delincuentes a cambio de dinero y bienes que, según testigos del caso AMIA, se destinaron para pagar los gastos que generaban los implicados y prófugos de la masacre de Wilde. Algunos incluso reconocieron que el dinero estaba destinado a comprar voluntades judiciales.
Siete son en total los policías juzgados estos días en el Tribunal Oral Nº 3 de Lomas de Zamora por el asesinato de cuatro inocentes. Cuentan con un infrecuente apoyo: José Manuel Ubeira, el abogado que los defiende, fue funcionario kirchnerista en Parques Nacionales y es el mismo que querella en representación de Cristina Kirchner en la causa del reciente episodio contra su vida. Del mismo palo, Ribelli también reconoció en el juicio de la AMIA que había aportado para la campaña del Frente de Todos y Ubeira es también su abogado.
La inseguridad que hoy nos tiene en jaque es multicausal, pero los oscuros acuerdos entre delincuencia, autoridades, fuerzas policiales y personajes ligados a la Justicia abren demasiadas sospechas. La Justicia bonaerense tiene la última palabra en otro caso que vuelve a poner en la palestra el desempeño de la policía bonaerense.