La ley del buen samaritano
Hace pocos días, el 1º de abril, instábamos desde aquí al Poder Ejecutivo a reglamentar sin más demora la llamada ley del buen samaritano o ley donal. Esta norma, sancionada en 2018 tras 14 años de espera, propicia el aumento de donaciones de alimentos al limitar la responsabilidad civil y penal por los daños y perjuicios que pudiesen provocar quienes están en condiciones de entregar generosamente mercadería que puede ser aprovechada antes de su vencimiento, en lugar de engrosar las toneladas de productos que se desechan por nimiedades como, por ejemplo, fallas en sus envases.
Afortunadamente, el clamor de quienes dependen en gran medida de los productos que distribuye la Red Argentina de Bancos de Alimentos , junto con otras 85 entidades, fue oído y el 3 de abril el presidente Macri dictó el decreto que reglamenta la referida ley y fija las directrices para el Plan Nacional de Reducción de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos.
Esperamos que esta tan ansiada como indispensable normativa hoy reglamentada active naturalmente el aumento de donaciones que tanto se necesitan en un escenario económico acuciante para muchos compatriotas, muchos de ellos niños. Reducir los desperdicios de alimentos elaborados o de distintos eslabones de la cadena hortícola, en condiciones de ser aprovechados, ha sido el objetivo largamente perseguido. Articular esfuerzos y espacios que posibiliten sinergias es clave a la hora de incrementar el abastecimiento de alimentos, la recaudación de fondos, las relaciones con el Gobierno y el establecimiento de normas como la que hoy celebramos.
Celebramos el enorme paso dado y confiamos en que el aumento de las donaciones sea una realidad que permita paliar el escándalo del hambre que tantos argentinos precisan dejar atrás.