La Fundación Bunge y Born en tiempos de pandemia
El compromiso y las acciones de la Fundación Bunge & Born (www.fundacionbyb.org) constituyen un ejemplo de fructífera gestión de más de cinco décadas en todo el país. Ha sabido leer, con altísimo rigor, las necesidades que se desprenden de una realidad cambiante, fundamentalmente en los ámbitos de las ciencias, para ponerse a su servicio.
A través de la activación de sinergias con diversas instituciones, la Fundación redobla ahora los esfuerzos de cara al impacto del Covid-19. Resulta innegable el enorme valor de apuntar a sostener, a través de un mapa de acceso a bienes y servicios esenciales, con datos precisos y georreferenciados, la situación y las necesidades de grupos vulnerables, con el fin de minimizar los riesgos de propagación de la enfermedad y contribuir a su diagnóstico y atención.
Al Hospital Británico se le otorgaron recursos para incrementar el acceso a la mejor tecnología, insumos y equipamiento disponibles. Con el Hospital Austral se propuso apoyar un programa de voluntariado por el cual más de 100 estudiantes avanzados participan en tareas asistenciales. Codo a codo con el Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas Norberto Quirno (Cemic), integró una red nacional de terapia intensiva de alta complejidad.
En el partido de San Martín, específicamente en Villa Zagala, la Fundación acompaña a Farmacéuticos Sin Fronteras en el seguimiento de pacientes con mal de Chagas y afectados por patologías cardiovasculares, además del Covid-19.
En la Patagonia, el Hospital Provincial de Neuquén Eduardo Castro Rendon, principal receptor de pacientes críticos de Covid-19, ha podido asignar recursos a la compra de materiales diversos e insumos de laboratorios, además de colaborar en el fortalecimiento de la capacitación de su personal. En el Hospital Municipal Ramón Carrillo de San Carlos de Bariloche también trabajan con ahínco asistiendo en la contención de potenciales focos de contagio.
En el Chaco, junto al Instituto de Medicina Regional de la Universidad del Nordeste, su participación fue clave para la compra de dos termocicladores, instrumental que funciona como nexo entre el hisopado y el reactivo para el Covid-19.
En un esfuerzo conjunto con el Ministerio de Ciencia y Tecnología y la Agencia de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación sumó su aporte para cofinanciar proyectos científicos y tecnológicos en el ámbito de la Nación.
Gerardo Della Paolera, director ejecutivo de la Fundación, expresó ser "un convencido de que no puede haber desarrollo humano si un país no desarrolla su ciencia".
Desde hace 57 años, la incansable Fundación Bunge y Born continúa acompañando los tiempos y las circunstancias, una expresión de la enorme solidaridad argentina puesta en obras.